Acerca de la construcción del actual edificio municipal,
una obra de los primeros años setenta.
una obra de los primeros años setenta.
"El presupuesto inicial fue de unos cinco millones seiscientas mil pesetas,
pero aún se le añadieron cuatrocientas mil pesetas más
para el mobiliario –mesas, sillas, estanterías...-;
en total, el edificio costó unos seis millones de pesetas"
-Del contenido textual.
Palabras previas.
La casa donde vivo en Torrebaja da a la plaza del Ayuntamiento y desde el balcón de mi estudio puedo ver en toda su amplitud la Casa Grande y el torreón de Los Picos (enfrente), la nueva Casa Consistorial (derecha) y la Casa Roja o Roya (izquierda), que fue la vivienda del administrador en tiempos del señorío de los Ruiz de Castellblanque.[1]
La plaza del pueblo suele estar en el centro de la población; en todo caso, habitualmente centra la actividad social de una comunidad –incluyendo el mercado, las celebraciones religiosas, los bailes y juegos de los niños.[2] Y Torrebaja no es una excepción, pues su plaza ha sido escenario de los acontecimientos más importantes que ha vivido y sufrido a lo largo de su devenir.
Está documentado que a comienzos de la primera mitad del siglo XVIII, con motivo de la desviación del curso del Turia aguas arriba del puente de Guerrero, hubo algunos problemas entre la villa de Ademuz y el señor de Torrebaja, que se expresaron en forma de revuelta. Las razones de los de Ademuz para aquella manifestación, “con algazara y griterío”, pues pasaron por Torrebaja alborotando –hachas y guadañas alzadas, insultando y mofándose del vecindario- se justificaban porque la modificación del curso del río había dejado en posesión del señor de Torrebaja cierta porción de tierra correspondiente a la Dominicatura de Ademuz, en perjuicio del pasto público.[3] Aunque el documento no lo dice, podemos imaginar que aquella turba armada y todo su alboroto pasó por el centro del pueblo, presumiblemente por la plaza del Señor –nombre con el que era conocida la actual plaza del Ayuntamiento hasta los tiempos de nuestros padres y abuelos-.
Vista de la plaza del Ayuntamiento de Torrebaja (Valencia), con detalle de la fachada de frontón que tenía el viejo Ayuntamiento (izquierda). |
Asimismo, durante las fiestas de septiembre de 1906 -Santa Marina la Melonera-, el Consistorio autorizó la colocación de cuatro focos de luz eléctrica en la plaza, "para darle más vista y para que la música pueda ejecutar sus escogidas piezas y al mismo tiempo el público pueda aprovecharlas bailando los más y sirviendo de distracción a los otros...”.[4] De la misma forma, a mediados del pasado siglo (1953), los más ancianos del Lugar todavía recordaban “haber asistido a los bailes que en la plaza del Señor organizaron los jefes carlitas”-Santés, Merino y Cucala- a su paso por la zona durante la tercera carlistada (1872-76).[5] Asimismo, consta que durante la Guerra Civil (1936-39), la plaza fue escenario de importantes actos públicos, como la entrega de una bandera al XIX Cuerpo de Ejército republicano de Levante (1938), al que asistieron las autoridades militares, políticas y civiles del momento, además de numeroso público –al menos eso evidencian las fotografías que se conservan-.[6]-[7] Existen también diversos testimonios, conforme en el torreón de Los Picos hubo un Cuartel de la Guardia Civil antes de la guerra, cuyo local sirvió posteriormente de acantonamiento para los Guardias de Etapas durante la contienda.[8]
Ya después de la guerra, por causa del saqueo y destrucción de la iglesia parroquial sufrido durante el periodo revolucionario (1936-39), la misa Mayor durante las fiestas patronales de Santa Marina la Cerecera (junio) se celebró en la plaza pública –siendo párroco don Valentín Alegre Martín (1884-1956) y Vicario General de la diócesis de Segorbe don Romualdo Amigó-.[9] Quiero decir que la plaza del Ayuntamiento de Torrebaja ha sido y sigue siendo el lugar público por excelencia, hasta el punto de constituir el centro anímico, social y político de la población. Además, el Ayuntamiento -tanto en su aspecto físico (edificio) como institucional (Consistorio)- supone un totum continuum, una continuidad en el tiempo y en el espacio desde su formación en la España liberal de Isabel II (1833-68) hasta nuestros días, atravesando épocas y regímenes.
Vista parcial de la plaza del Ayuntamiento de Torrebaja (Valencia),
detalle del tablado montado durante las fiestas con la fachada del viejo ayuntamiento (derecha) y
entrada al torreón de Los Picos (frente), años 70.
Acerca de la vieja Casa Consistorial.
Desde mediados del siglo XIX -probablemente en relación con la creación del municipio de Torrebaja y hasta su demolición a principios de los años setenta- la Casa Lugar, como también era conocida la antigua Casa Consistorial, ha presidido los actos públicos más notorios vividos por el municipio.
El viejo edificio municipal se alzaba sobre el mismo solar del actual, aunque su aspecto era completamente distinto del que disfrutamos hoy. De hecho, más que un edificio parecía un simple frontón de pelota: su fachada principal, la que daba a la plaza del Ayuntamiento, era una pared lisa con dos pequeñas puertas de tablas en la parte inferior y una ventana en la alta, estando coronada por una tela metálica sujeta con varios palos. La misión de esta tela era parar las pelotas que iban muy altas, evitando que fueran al Cantón –lo cual sucedía con frecuencia.
La puerta de la derecha, bajando varios escalones daba acceso a las oficinas municipales –secretaría (frente), sala de plenos y almacén (derecha) y calabozo (izquierda)-; mientras que la de la izquierda, junto al torreón de Los Picos, permitía el acceso a las los plantas altas, donde se hallaban las escuelas de niños. Hasta comienzos de los años treinta, la primera planta alojó el aula de las niñas y la segunda la de niños: a partir de esa fecha, coincidente con el advenimiento de la II República –siendo Acalde don Roque Tortajada Martínez (1931-33)-, el aula de las niñas se ubicó en un edificio de la carretera, encima del café, donde la fonda de Las Lucías.[10]
Durante las fiestas patronales, y también muchos domingos, el frontón de la plaza de Torrebaja fue escenario de memorables partidos de pelota, como bien recuerdan los mayores; en los partidos oficiales de competición los jugadores vestían de blanco, distinguiéndose los equipos por la cinta roja o azul que portaban. Sin embargo, no puede decirse que fuera propiamente un trinquete, pues la pared de la izquierda eran las fachadas de la Casa Grande y el torreón de Los Picos. Hasta bien entrados los años sesenta el juego de pelota era el divertimento público más significativo y apreciado; después, con el despoblamiento de la comarca y la aparición de otras diversiones y entretenimientos, la afición se fue perdiendo.
Con todo, tanto el frontón como el propio edificio consistorial se fueron deteriorando, hasta el punto que a comienzo de los años setenta –siendo Alcalde don Armando León Valero (1970-79)- se pensó en rehabilitarlo, para lo que se solicitó a la Diputación Provincial de Valencia una subvención de medio millón de pesetas, que fue concedida. Sin embargo, dicha ayuda no se destinó al remiendo del viejo edificio municipal, sino a la construcción de un nuevo trinquete junto al río Ebrón. Pero no adelantemos acontecimientos...
"Fuerzas Vivas" de Torrebaja (Valencia), posando en la plaza del Ayuntamiento con motivo de un evento municipal (ca.1955). |
Acerca de la nueva Casa Consistorial.
La Casa Consistorial de Torrebaja es un edificio de planta rectangular situado en el extremo oriental de la plaza del Ayuntamiento; posee un sótano (donde se ubica el Consultorio Municipal y un cuarto de Archivo), que da a la calle Fuentecillas y Cantón; una planta baja (donde se halla la Secretaría y las oficinas municipales) que da a la plaza del Ayuntamiento; una primera planta (allí se halla el Salón de Plenos y otras dependencias); y una segunda planta (ocupada por las oficinas comarcales de la OCAPA). La cobertura es de teja árabe, formando un complicado tejado; posee un escudo labrado en piedra en la fachada de poniente y un amplio balcón cubierto.
Vista de la estructura del nuevo Ayuntamiento de Torrebaja (Valencia), con detalle del encofrado [Foto cedida por el señor Ramón Blasco Morales, de Torrebaja]. |
Para informarse acerca del nuevo edificio municipal basta buscar el testimonio de las personas que pueden darnos alguna noticia directa del mismo, esto es, el alcalde y los concejales del tiempo de su construcción, además del propio constructor.
1] Armando León Valero (Vallanca, 1924), hijo de Justo y de Vicenta, dice al respecto:
- Sí, pues que el edificio del Ayuntamiento era ya muy viejo y hubo que construir otro nuevo... Primero se dijo de repararlo y vinieron el arquitecto y un ingeniero de la Diputación de Valencia; y se acordó que mejor hacer un edificio nuevo, debatiendo entre hacerlo con la fachada para frontón o con una fachada propia de Ayuntamiento con un balcón a la plaza, porque aquí –ya sabes- pesaba mucho la tradición del juego de pelota... El caso es que se echó un bando convocando al pueblo para que opinara; finalmente se decidió construir el edificio nuevo con balcón y el frontón hacerlo en otro lugar... -y así lo hicimos-. Claro, a la hora de hacer el proyecto yo insistí en que la fachada tuviera balcón, para que luciera más... Sí, esto fue al poco de entrar yo al Ayuntamiento, antes de la muerte de Franco...
-- ¿Cómo fue la adjudicación de las obras, hubo algún problema o percance durante la construcción?
- Una vez realizado el proyecto tenía que salir a subasta pública, para ejecutar la obra; pero a nosotros nos interesaba que lo hiciera alguien de aquí... Por eso fue de ir a Valencia con Daniel –se refiere al señor Daniel Aparicio Sánchez (Torrebaja, 1941)-, para solicitar que se lo adjudicaran a él... Y eso hicimos, fuimos a la Diputación, expuse las razones –que el constructor era de aquí y lo haría bien- y se lo adjudicaron... El caso es que empezaron la demolición del viejo edificio, pero no sé dónde se echarían los escombros, seguramente a los caminos donde había baches, a la bajada de La Presa... Y todas las cosas del Ayuntamiento, mobiliario, que había poco, los archivos con todos los papeles se llevaron a las escuelas; allí estuvo la Secretaría durante las obras, que duraron bastante, porque el constructor no terminaba... Al llegar a la primera planta le dije al arquitecto de sacar algo el edificio por detrás, para ensancharlo y el técnico dijo que no había problema; y así se hizo... Sí, el proyecto lo hizo un arquitecto de la Diputación... Durante las obras vino una inspección (de Diputación) y al ver que no avanzaban las obras querían quitarle la adjudicación a Daniel; pero yo me opuse, alegando que aunque le costaba terminaría y lo haría bien –como así ha sido-, y me hicieron caso, pero ya te digo: querían quitarle la obra por el retraso que llevaba y mandar ellos una empresa para acabarla... Pero no, no hubo ningún percance...
-- ¿Qué presupuesto tuvo el nuevo edificio, cómo fue la gestión económica?
- El presupuesto inicial fue de unos cinco millones seiscientas mil pesetas, pero aún se le añadieron cuatrocientas mil pesetas más para el mobiliario –mesas, sillas, estanterías...-; en total, el edificio costó unos seis millones de pesetas... Claro, cuando se terminó el edificio se subieron al nuevo Ayuntamiento todos los archivos, trajeron muebles y a funcionar nuevamente... Sí, yo inauguré el nuevo edificio... Durante el tiempo de mi alcaldía se iniciaron también las obras para el nuevo frontón, que finalmente se hizo en la ribera del Ebrón, una zona de escombrera, de propiedad municipal, y también el “Chiringuito”... Antes de construirlo estuve hablando con Agripino, uno de Vallanca que llevaba merendero de Fuente la Teja, para ver cómo funcionaba aquello y cómo le iba; me dijo que bien, que sacaba para el año... Eso me llevó a iniciar las gestiones para construir aquí en Torrebaja otro parecido, que fue el origen del actual merendero La Ribera... Y también se solicitó por entonces la Concentración Parcelaria –todavía vivía Franco-; pero la aprobación mediante Real Decreto Ley vino varios años después, en 1978, siendo todavía yo Alcalde de Torrebaja y Ministro de Agricultura Lamo de Espinosa...
En el párrafo final se alude al proyecto de Concentración Parcelaria de Torrebaja, declarado de utilidad pública y urgente realización, mediante un Real Decreto de 29 de septiembre de 1978.[11] Las primeras elecciones municipales democráticas tuvieron lugar el 3 de abril de 1979, tras el refrendo mayoritario de la Constitución Española de 1978; en Torrebaja salió elegido Alcalde don Cándido Roselló Domingo (1979-87), que lo fue por Unión de Centro Democrático (UCD), siendo por tanto el primer Regidor de la actual democracia constitucional en la localidad.[12]
Vista parcial de la estructura del nuevo Ayuntamiento de Torrebaja (Valencia), con detalle del encofrado [Foto cedida por el señor Ramón Blasco Morales de Torrebaja]. |
2] Ramón Blasco Morales (Torrebaja, 1945), hijo de Roque y María, dice al respecto:
- Cuando regresé de Canadá en el año 70 tendría sobre 25 años y enseguida me metieron en el Ayuntamiento como concejal, siendo Alcalde Armando León y secretario Octavio Valentín... Como concejales estaban Roque Gómez, Luis Aguilar, Marcial Gómez, Ángel Montesinos, Leoncio Vicente y yo, que era el benjamín... De todos ellos sólo quedamos Armando y yo... Entonces como ahora todos los años había planes provinciales de la Diputación, que cubrían unas quinientas mil pesetas. Y un año dijeron de destinar uno de estos planes para reparar el edificio del Ayuntamiento, aunque yo no quería, era más partidario de tirar el edificio y hacer otro nuevo, pues de repararlos siempre sería viejo; además, era muy pequeño... Los concejales mayores -Roque el Pito, Luis el Cuchillos y Marcial el Rito- se oponían, porque a ellos les gustaba mucho la pelota y a toda costa querían conservar el antiguo frontón; entonces el juego de pelota y el baile eran los mayores alicientes de las fiestas, por eso querían mantener el frontón... Pero claro, el edificio viejo no tenía profundidad, había un muro de piedra de setenta en la fachada de delante y otro tanto en la de detrás, entre los dos se comían el espacio...
-- ¿Cómo fue de cambiar de proyecto, de rehabilitar el edificio a demolerlo y construir uno nuevo?
- Bueno, el caso es que ese año nos concedieron el medio millón para restaurar el edificio; pero yo siempre con la idea en la cabeza de hundirlo y hacer uno nuevo... Y tanto les insistí que al final aceptaron la idea de construir un nuevo edificio. Para eso, al año siguiente solicitamos que la Diputación Provincial nos adoptara como pueblo, porque cada año la Diputación adoptaba un pueblo y una aldea, los más necesitados de la provincia. Y tuvimos suerte, porque nos adoptaron... Aunque había un problema, porque Torrebaja tenía una renta alta, pero el municipio en conjunto era pobre, porque como sabes apenas tiene término... Pero al final nos colamos, y la Diputación nos adoptó... La adopción significaba una subvención de tres millones y medio de pesetas, y con ese primer dinero se solicitó hacer el nuevo ayuntamiento. El proyecto lo hizo el arquitecto jefe de la Diputación, un tal Guillermo Estuich... Así fue como se comenzó, con una subvención inicial y un proyecto. El presupuesto anual del Ayuntamiento era entonces de unos siete millones y medio de pesetas...
-- ¿Y cómo fue la adjudicación y la construcción, quién se quedó la contrata?
- Parece que a partir de tanto presupuesto era obligado hacer una subasta pública de la obra, pero el Ayuntamiento decidió que se hiciera por adjudicación directa, pues pensó que sería mejor que lo hiciera un constructor de la zona antes que otro que viniera de fuera... Así que se le adjudicó a Daniel –se refiere al señor Daniel Aparicio Sánchez (Torrebaja, 1941)-: él se encargó de la demolición y descombro del viejo edificio y de la construcción del nuevo; pero entre que empieza y no empieza pues pasó un tiempo, y al año siguiente se solicitó una segunda fase, y la aprobaron también... Claro, no iba la Diputación a dejar una obra a mitad... Así que con las dos subvenciones conseguimos el presupuesto total para la obra, que sumó unos siete millones y medio de pesetas... No recuerdo si hubo alguna parada de por medio, puede que la hubiera; pero la construcción se siguió hasta casi el final...
-- ¿Hubo algún problema durante la construcción?
- Problemas no, pero sí se tuvo que hacer alguna modificación... Cuando llegaron al primer piso le sugerí al Alcalde que se hiciera un saliente por detrás, para ganar más espacio a la planta, y al arquitecto le pareció bien. Y lo mismo sucedió al final, que como no habían diseñado balcón, pues hubo que hacer uno postizo... No, el balcón del Ayuntamiento no estaba contemplado, se hizo después, colocando unos pilares de hierro por fuera y un tejadillo, como se ve ahora; pero ya te digo, el proyecto inicial no lo contemplaba. Una cosa parecida pasó en un pueblo que llaman Alfara de Algimia (Valencia), donde el edificio del Ayuntamiento es parecido a éste... Ese balcón no deja de ser una chapuza y habría que pensar algo para mejorarlo, forrarlos de piedra o lo que sea, porque así no acaba de quedar bien... La subvención total recibida para el nuevo Ayuntamiento fue de siete millones y medio, más el añadido del balcón y no sé si alguna otra cosa; en total, unos ocho millones de pesetas de entonces...
-- ¿Qué fue de aquellas primeras quinientas mil pesetas concedidas por la Diputación para la rehabilitación del viejo edificio?
- Bueno, aquella perras se destinaron a la construcción del nuevo frontón, el que hay ahora junto al río Ebrón, donde el polideportivo. Estuvimos mirando dónde construirlo, se pensó en El Rento y por las Escuelas, donde lo de Armando, pero no había solares ni posibles: nadie quería vender y tampoco había dinero para comprar... Y como aquella parte de la ribera era terreno municipal baldío, pues allí se hizo. Sí, la elección fue acertada... Con el primer dinero que llegó se hizo la cimentación y en una segunda fase se levantó lo demás, pero eso fue en la siguiente legislatura, siendo ya alcalde Roselló –se refiere al señor Cándido Roselló Domingo (1979-87)...
-- El tejado parece bien montado, ¿tuvo alguna complicación construirlo?
- Sí, el tejado es más llamativo de lo que venía en el proyecto, pues el planeado tenía un alero similar al de las casas del entorno; pero el constructor –se refiere al señor Daniel Aparicio Sánchez- quiso hacerlo así... Bueno, en realidad lo hice yo, porque Daniel estaba entonces construyendo el restaurante El Milagro de Teruel, y como le apretaban de un sitio y otro, pues me pidió si podía hacerle yo el tejado, y se lo hice... Sí, yo acabé el alero y la cubierta: por ese tejado puedes andar que no se sueltan las tejas, está bien amorterado. Entonces venía conmigo Fidel [Arnalte Álvarez] y José Miguel [Gonzáles Gómez]; allí estuvimos los tres una temporada, aunque alguna vez vino también Ricardo [Adsuar], que nos lo mandaba Daniel... Sí, Ricardo había estado en Australia y hablaba algo de inglés y chapurreábamos: él trabajaba entonces con Daniel; este hombre estaba casado con Mercedes, una hermana de Antonio el Vitorino, el hijo del tío Pablo [Blasco Paricio], que era primo hermano de Blasco Ibáñez. Ya sabes, aquí en estos pueblos hay poco dinero y todo se ha hecho siempre con ayudas y subvenciones... Y esta es la historia del edificio nuevo del Ayuntamiento...
El informante menciona al “tío Pablo –se refiere al señor Joaquín-Pablo Blasco Paricio (1888-1973)- que era primo hermano de Blasco Ibáñez...” –aludiendo al escritor y político republicano Vicente Blasco Ibáñez (Valencia, 1867-Mentón-Francia, 1928)-.[13] La vinculación de Joaquín-Pablo Blasco Paricio procede del padre de éste, Joaquín Blasco Teruel, hermano de Gaspar Blasco Teruel, padre del escritor Vicente Blasco Ibáñez. El señor Joaquín-Pablo Blasco Paricio casó con la señora Vitorina Gómez Muñoz, de cuyo matrimonio nacieron cuatro hijos: Vicente, Mercedes, Pilar y Antonio Blasco Gómez -que constituyen la progenie de esta familia en Torrebaja.
Vista parcial de la plaza del Ayuntamiento de Torrebaja (Valencia), con detalle de la nueva Casa Consistorial (derecha) junto al torreón de Los Picos y Casa Grande del Lugar (izquierda). |
3] Daniel Aparicio Sánchez (Torrebaja, 1941).[14] Se trata del constructor que realizó la obra, al cual he solicitado una entrevista en varias ocasiones, para que deje su testimonio al respecto; pero todavía no me ha dado fecha para el encuentro... Mientras se decide a deponer, exponemos lo que ya sabemos y damos como cierto.
Vista parcial de la fachada de la nueva Casa Consistorial de Torrebaja (Valencia), con detalle del balcón cubierto y el escudo de la localidad bajo el alero. |
Palabras finales.
El edificio del nuevo Ayuntamiento de Torrebaja posee una arquitectura sencilla, proporcionada y de discreta belleza; su construcción se inició en la primera mitad de los años setenta -en sustitución del viejo Ayuntamiento, fábrica de mediados del siglo XIX– siendo pues producto de los últimos años del franquismo. Fue diseñado por el arquitecto Jefe de la Diputación de Valencia, don Guillermo Estuich, siendo Alcalde don Armando León Valero (Vallanca, 1924) y secretario don Octavio Valentín Lahuerta (1916-74).
Respecto a los concejales del Consistorio que lo patrocinó, cabe decir que fueron los siguientes señores: Roque Gómez Sánchez (1910-86), Luis Aguilar Izquierdo (1917-2010), Marcial Gómez Martínez (1920-81), Ángel Montesinos Blasco (1921-95), Leoncio Vicente Lahuerta (1927-2005) y Ramón Blasco Morales (Torrebaja, 1945).
La contrata de su construcción fue adjudicada al señor Daniel Aparicio Sánchez (Torrebaja, 1941), el cual encomendó la cubierta al mencionado señor Ramón Blasco Morales.
Respecto al presupuesto de la obra, según el primer informante pudo tener un coste inicial de seis millones de pesetas, mientras que el segundo informador anota la cifra de ocho millones; entendemos que ambas cantidades pueden ser correctas, pues al presupuesto inicial pudieron hacerse añadidos posteriores.
En suma: el edificio del nuevo Ayuntamiento se construyó con subvenciones de la Diputación Provincial de Valencia en la primera mitad de los años setenta, un tiempo de profundos cambios sociales plasmados en la transición política, que llevó España a la democracia. El escudo en piedra que luce en su fachada representa a Torrebaja y su inscripción -Casa Consistorial, cuya placa fue colocada después (1991-95)- indica el lugar donde se reúne el Consejo de representantes que gobierna el municipio. De las astas que hay en el balcón penden tres banderas: la española (rojigualda), la valenciana (Real Señera) y la europea (azul con doce estrellas), que respectivamente simbolizan el Reino de España, la Comunidad Autónoma de Valencia y la Unión Europea, una nueva perspectiva desde la que otear el futuro que espera a los torrebajenses en tanto españoles, valencianos y europeos. Vale.
[1] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. La Casa Grande y el torreón de Los Picos, en la web Desde el Rincón de Ademuz, del miércoles 26 de octubre de 2011.
[2] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. La plaza de Torrebaja en mi infancia, en la web Desde el Rincón de Ademuz, del viernes 28 de octubre de 2011.
[3] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2007). El puente de Guerrero, pasadero secular, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol. I, pp. 353-354.
[4] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. La plaza de Torrebaja en mi infancia, en la web Desde el Rincón de Ademuz, del viernes 28 de octubre de 2011.
[5] BADÍA MARÍN, Vicente y PÉREZ TARÍN, José Alejandro (1953). Torrebaja, mi pueblo, Edita Ayuntamiento, Valencia, p. 83.
[6] SANCHÍS, J., Fotografías de Guerra (1937-38), Biblioteca Valenciana, Valencia, 2005, p. 191.
[7] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Don Joaquín Vidal Munárriz, un coronel republicano en Torrebaja (Valencia), en la web Desde el Rincón de Ademuz, del miércoles 14 de diciembre de 2011.
[8] ID (2009). Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol. III, p. 261.
[9] ID (2008). Acerca del antiguo templo parroquial "Santa Marina Virgen" de Torrebaja, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz Valencia, vol. II, p. 294.
[10] ID (2009). Aurora Sánchez Fortea, la persistencia de la memoria, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol. III, p. 56.
[11] ID (2007). Referente a la concentración parcelaria de Torrebaja (I y II), en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, pp. 363-368.
[12] Treinta años de ayuntamientos democráticos, en: http://www.mpt.gob.es/es/areas/politica_local/sistema_de_informacion_local_-SIL-/banco_de_datos/cargos_representativos/30_aniversario.html
[13] Cf. Wikipedia, voz Vicente Blasco Ibáñez. Dicho dato carece de relación directa con el objeto de estudio; sin embargo, merece la pena mencionarlo por la vinculación que tiene con el célebre autor y político valenciano de origen aragonés Vicente Blasco Ibáñez: hijo de Gaspar y de Ramona. El tal Antonio Blasco Gómez (1927-2006) el Vitorino y sus hermanos (Vicente, Mercedes y Pilar) eran hijos del señor Joaquín Pablo Blasco Paricio (1888-1973) y de la señora Vitorina Gómez Muñoz (1888-1981) -ambos inhumados en el Cementerio Municipal de Torrebaja-; el citado Joaquín Pablo (hijo de Joaquín Blasco Teruel y de Bernarda Paricio) se le tiene por primo hermano del escritor y político, pues sus padres (Gaspar y Joaquín) hermanos.
[14] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Daniel Aparicio Sánchez, organista de Torrebaja (Valencia), en la web Desde el Rincón de Ademuz, del lunes 17 de octubre de 2011.
3 comentarios:
Alfredo me ha parecido un artículo muy interesante que como siempre nos ilustra sobre la historia reciente de nuestro pueblo.
Buen trabajo.
Gracias, Oscar; como siempre, tan amable y comprensivo... Lo único que se pretende es contar algo acerca de la pequeña historia de nuestros pueblos -gentes, costumbres, edificios...-, que también tienen su historia... Un saludo.
La construcción y mantenimiento de edificios es una tarea fundamental para garantizar la seguridad y comodidad de las personas que los habitan o trabajan en ellos. Es importante contar con profesionales capacitados y materiales de calidad para llevar a cabo estas labores.
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