jueves, 4 de diciembre de 2014

DESDE EL MIRADOR DEL CASTILLO DE CASTIELFABIB (VALENCIA), II.



A propósito de una visita a la villa y al solar de la antigua fortaleza.


“De este monte se va baxando hácia la villa (de Castielfabib),
situada en la cuesta rápida de un cerro,
coronado hoy dia por las ruinas de una fortaleza.
Subí á lo mas alto para descubrir las cercanías
y los objetos que á pocas leguas cierran el horizonte”
-Antonio J Cavanilles (1745-1804), Observaciones (Madrid, 1797)-.




Viene de:


            
En busca del castillo de Castielfabib.            
Desde el centro del Rincón de Ademuz, para subir a Castielfabib por carretera lo mejor es tomar la CN-420 en dirección a Cuenca... Desde Ademuz y la parte meridional de la comarca, cabe seguir la antigua CN-330, vía El Soto y el Montecillo, donde se halla el Punto de Interpretación Geológica,[1] continuando hasta el cruce con la carretera de Cuenca en el puente sobre el Ebrón en Los Santos (Castielfabib). Y desde Torrebaja y la parte septentrional de la comarca, siguiendo el curso ascendente de la 420 vía Los Santos. Ambas carreteras confluyen en el citado puente del Ebrón frente a la aldea castielfabiense. La Nacional hacia Cuenca discurre en llano y paralela al río Ebrón hasta el desparecido lugar de Las Monjas, para ascender en fuerte repecho de varios cientos de metros, hasta un desvío que aparece a la derecha, en dirección a Castielfabib (3 km) y El Cuervo (6 km), población ésta de Teruel. La Nacional continúa su trazado ascendente en dirección al puerto del Hontanar, vía la Hoya Hermosa y ambos Colladillos –el de Arriba y el de Abajo-: el trayecto resultará conocido para los que hayan visitado Arroyo Cerezo y el paraje de La Cruz de los Tres Reinos.[2]
            
La carreterita que parte de la Nacional baja hasta el barranco Hondo y sube por la ladera opuesta para internarse después en el paraje de Los Centenares. En un punto del trayecto veremos un espacio sombreado a la derecha de la vía, frente a un huerto de paneles solares, donde se halla el Mirador de las Hoces del Ebrón.[3] Desde el Mirador ya puede observarse una estupenda vista del caserío de Castielfabib, descorriéndose por la ladera sur-oriental del cerro sobre el que se asienta, entre El Torrejón y la eminencia del castillo, abocado a la Vega Zaragoza. Mucho se ha escrito acerca de la influencia del paisaje sobre el paisanaje, y alguna influencia debe tener, pues entiendo que no es lo mismo vivir en la costa que en el interior, ni son del mismo carácter los que viven en el llano y los que lo hace en un lugar alto y arriscado como Castiel; quizá porque la altura condiciona en ver las cosas con distinta perspectiva que la horizontalidad..., aunque esto está por ver, y quizá no sea más que literatura, impresiones por confirmar.

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Vista del caserío de Castielfabib (Valencia), desde el Mirador de las Hoces el Ebrón (2012).

            
Dejamos el Mirador y continuamos por la carreterita, hasta llegar a Los Planos, desde donde puede admirarse otra estupenda vista del caserío, ésta más serena y cercana. En este punto de la carretera, junto a unas moreras veremos unas paletas de madera indicando varias direcciones. Se trata de caminos que cruzan o parten de la carretera. El camino de la derecha lleva hacia la Vega Zaragoza, para bajar paralelamente al Ebrón hasta Los Santos por Los Callejones. El camino de la izquierda guía hacia Vallanca, vía Tóbedas de Abajo y Arriba, por el camino de la Hoya Hermosa. Para ir al Mirador del Castillo lo más cómodo y rápido es acercarse hasta Castiel, atravesar los túneles –el de La Solana y el de La Umbría- y subir a la villa por la rampa que nace a la altura del cementerio municipal y ermita de Nuestra Señora de Gracia.[4] Podremos aparcar el vehículo en los lugares señalizados, incluso en la misma plaza Mayor. Y desde allí dirigirnos hacia la iglesia, para subir hasta el castillo por unas escaleritas labradas en la misma roca que nacen al pie de la calle que circunda la fortaleza.
            
El camino descrito es el más rápido y cómodo, pero para tener una visión de conjunto lo más aconsejable es seguir antes el camino asfaltado que nace a la altura de la calle los Planos, a la izquierda de la carretera. Disculpen que insista, pero antes de emprender la subida por la calle los Planos merece la pena detenerse para echar una nueva mirada hacia la villa, pues la vista lo merece. Castiel es uno de esos lugares de gran belleza formal –incluso exótico en muchos sentidos-: fotogénico al extremo desde múltiples perspectivas, pero incómodo para vivir… Aunque como habemos gente para todo, algunos lo encontrarán encantador, y seguramente lo es, pues el mejor lugar para vivir es aquel en que uno decide hacerlo. En todo caso, el panorama desde la villa bien merece alguna incomodidad. Decía que para subir hasta El Torrejón iremos por la calle de los Planos, en dirección al camino de la Hoya Hermosa. Atravesaremos primero una zona de cultivos, eras y pajares, naves y almacenes, para enfilar enseguida un fuerte repecho. La subida ofrece un descansillo en un punto donde la carretera hace un brusco giro a la izquierda, ya cerca de la parte llana del tramo. Desde este punto podremos observar una nueva perspectiva del caserío en su vertiente meridional, en la que se hace evidente el declive de la ladera sobre el que asienta la villa. Nos hallamos en un lugar elevado, casi en la horizontal del castillo y fortaleza, aunque todavía por debajo de El Torrejón. Del caserío nos separa la hendidura de un barranco pedregoso que baja hasta la carretera, cuyo trazado discurre en horizontal, hasta internarse en el túnel de La Solana.

Aunque hay algunas casas dispersas por la ladera, el grueso del caserío se arracima, por no decir que monta a horcajadas entre El Torrejón y el castillo, de forma que aquel quedaría en la grupa y éste en el amarre delantero de la montura. Aguzando un tanto la vista podremos distinguir varios torreones almenados confundidos entre las casas, uno de ellos todavía está habitado y otros lo estuvieron. Siguiendo con la mirada podremos trazar una línea imaginaria uniendo estos torreones, hacia el oeste con El Torrejón y hacia levante con el castillo y fortaleza. Veremos así que la villa medieval intramuros se hallaba en la parte alta de la población, formando apenas un puñadito de casas por esta parte, mientras que las que hay fuera del recinto amurallado, de haberlas entonces quedaban extramuros. Muchas de estas construcciones debieron levantarse con las piedras de la antigua muralla medieval. Como escribió Cavanilles al decir de Ademuz (1797), “Casi todas gozan la deliciosa vista que el Turia y campos inmediatos les presentan; pero el sitio más ventajoso para disfrutarla es el castillo, situado en la cumbre del cerro” –en este caso tan sólo tendríamos que sustituir “Turia” por “Ebrón” y “castillo” por “Torrejón”-. Del Torrejón solamente queda un fragmento de muro esquinado que mira al sureste, mientras que del castillo apenas restan unos muros cercenados, con un lienzo de lo que pudo se la alcazaba o parte más alta de la fortificación musulmana.

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Vista meridional del caserío de Castielfabib (Valencia),
desde Los Planos (2012).

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Vista meridional del caserío de Castielfabib (Valencia),
desde el camino de la Hoya Hermosa (2014).
 

Poco más arriba de esta cerrada curva el camino se allana, discurriendo entre monte bajo y paradas de almendros, así hasta arribar a un cruce de caminos. Por la derecha sube el que viene de la villa procedente del barrio de La Torreta y que guiaba para Castilla, el cual continúa por la izquierda en dirección a Hoya Hermosa, rentos del Colladillo –de Arriba y Abajo- y ambas Tóbedas. Aquí encontramos las primeras casas de Castiel, frente a las que hay un pilón de obra coronado por una cruz metálica, sito éste en hondo. La mayoría de las construcciones muestran un estilo rústico moderno, aunque otras parecen trasplantadas a un lugar equivocado, tal una de estilo alpino con teja negra. Para llegar hasta El Torrejón conviene seguir el camino que hay al frente, entre dos casas, para continuar en dirección levante. A nuestra izquierda veremos en un alto el nuevo depósito del agua potable que abastece la población. Poco más adelante el camino que venimos siguiendo toma dos direcciones, por la izquierda baja hacia la villa por la calle Moral, que sigue la ladera norte del cerro. Por la derecha el camino lleva hasta unas construcciones a modo de corrales, sitas éstas por encima del viejo depósito del agua potable. Tomaremos este último camino y seguiremos monte a través del cerro por la ladera meridional, hasta arribar al Torrejón… Visto al frente, que es el este, El Torrejón parte el paisaje en dos panorámicas, una al norte y otra al sur. Asomados a los cantiles del panorama septentrional podremos admirar una singular vista de la parte umbría del caserío. A nuestros pies discurre el camino que forma la calle Moral, y por debajo de éste el torreón del Hospital, en cuyas inmediaciones debió situarse el antiguo hospital de pobres de la villa (1446).[5] En un plano medio quedan las casas del barrio de Barrioso, por encima del túnel de La Umbría y el conjunto arquitectónico de la iglesia-fortaleza y castillo de Castiel, asentados sobre un fabuloso peñasco calizo.

El conjunto arquitectónico de la iglesia-fortaleza, con sus cúpulas y la torre-campanario ocupan la parte izquierda del promontorio. En el extremo izquierdo del mismo se observa una zona desnuda de edificios, que corresponde a la Villa Vieja, la zona habitada más antigua del lugar, probablemente un castro celtíbero dado el hallazgo de restos cerámicos de ese periodo del bronce valenciano en que se produce el “encastillamiento” de esa cultura.[6] A la derecha del conjunto arquitectónico, en lo que es la parte central y derecha del promontorio se hallan los restos de la antigua fortaleza, coronados por un lienzo de lo que pudo ser la alcazaba de la fortificación musulmana. El baluarte posee varios niveles de muralla, el inferior parte de la esquina nor-occidental de la torre-campanario, sita a la cabecera del templo, lado de la epístola, y continúa circundando la parte superior del promontorio hasta el sureste. Hay otros niveles de muralla, el más elevado decía que corresponde a la alcazaba. Por detrás del promontorio se abre un profundo valle por cuyo fondo discurre el cauce del Ebrón, que circunvala la base del peñasco para dirigirse al sureste. Más allá los montes se elevan de nuevo, son altozanos calizos, grises y verdosos poblados de monte bajo. El horizonte más lejano lo cierran las elevadas cumbres de la sierra de Javalambre…

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Vista de la panorámica noroccidental de Castielfabib (Valencia), desde el camino Moral,
con detalle de la iglesia-fortaleza y el castillo al fondo (2014).

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Vista de la panorámica noroccidental de Castielfabib (Valencia), desde la calle Moral,
con detalle del torreón del Hospital a la izquierda y la iglesia-fortaleza y el castillo al fondo (2014).

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Vista de la panorámica nor-occidental de Castielfabib (Valencia),
con detalle de la iglesia-fortaleza y el castillo al fondo (2014).


La panorámica sur-oriental es distinta, a nuestros pies se halla el camino que sube de la villa hacia Castilla y el barrio de La Torreta, donde todavía puede verse un torreón almenado que fue parte de la muralla medieval de Castiel. Resulta fácil advertir que en dicho lugar debió abrirse una de las puertas de la muralla. Hacia el sureste queda el valle del Ebrón, en cuya margen derecha se halla la Vega Zaragoza, una zona de cultivo por donde discurre el camino que conduce hacia Los Callejones. El centro del valle viene marcado por la profunda depresión de las Hoces del Ebrón, en cuya margen izquierda todavía pueden verse los restos de lo que fuera la iglesia conventual de san Guillermo, sita en una somera planicie donde se hallaban los demás edificios del monasterio.[7] El convento sufrió los efectos devastadores de las desamortizaciones del primer tercio del siglo XIX, y después la demolición y el aprovechamiento de su piedra para la construcción de las infraestructuras de la Central Hidroeléctrica que se construyó en la zona a comienzos del siglo XX: del complejo sólo quedan las ruinas de la iglesia conventual y unas piedras labradas correspondientes al brocal de la cisterna... Del convento de Castiel, dice Escolano en sus Décadas (1610-11):

  • En par del rio Hebron, se vé fundado un convento de frailes Franciscos, que fué primero de Agustinos ó Carmelitas, y le dejaron por la aspereza de la tierra; y está dedicado á honra y nombre de San Guillén, de quien cuentan los vecinos por tradición, que en una cueva de aquellas enriscadas peñas, en hábito de ermitaño hizo rigurosa penitencia, y resplandeció en milagros; aunque agora no se puede subir á ella, por haberse desgajado de la peña con el tiempo.[8]

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Vista de la panorámica sur-oriental de Castielfabib (Valencia),
desde el Torrejón, con detalle de la Vega Zaragoza y las ruinas del convento de san Guillermo,
sito "en par de rio Ebrón" (2012).

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Vista general de las ruinas de la iglesia conventual de san Guillermo, con el caserío de Castielfabib (Valencia), al fondo y detalle del brocal de la cisterna y lavadero del convento en primer plano, izquierda (2012).

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Fachada principal de la iglesia conventual de san Guillermo en Castielfabib (Valencia),
con detalle del soporte metálico colocado para consolidar el arco recto de la entrada (2012).

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Vista de las ruinas de la iglesia conventual de san Guillermo en Castielfabib (Valencia),
con detalle de las arcadas correspondientes a las capillas laterales, lado de la epístola (derecha), 2012.

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Vista de las ruinas de la iglesia conventual de san Guillermo en Castielfabib (Valencia),
con detalle de un grupo familiar posando junto a las arcadas de las capillas laterales,
lado de la epístola (derecha), ca.1960-65
[Fotografía correspondiente a una serie de postales de la villa,
cedida por gentileza del señor Ismael Roger Martínez de Chelva (Valencia)].


Desconozco si Escolano estuvo en Castiel a principios del siglo XVII, pero escribe como si hubiera estado. Propiamente dice que a la vera del Ebrón “se vé fundado un convento” de franciscanos, pero “que fué primero de Agustinos ó Carmelitas”. Por la expresión parece que duda si fueron uno u otros, lo cierto es que primero estuvo ocupado por Ermitaños de San Agustín y luego por Carmelitas de Aragón -aunque los últimos estuvieron poco tiempo-: ambos, sin embargo, lo abandonaron por el mismo motivo, “la aspereza de la tierra” y lo desabrido del clima. El convento ha estado siempre “dedicado á honra y nombre de San Guillén”. Lamentablemente no se detiene a describir el aspecto del convento, me refiero a los edificios que debieron conformar el recinto conventual: iglesia, cementerio, casa-convento y claustro, y recintos anejos como establos, huertos, etc. Sí se detiene, no obstante, en decirnos del santo Guillermo y su tradición local... Refiere el cronista que los vecinos relatan que “en hábito de ermitaño” el santo vivió “en una cueva de aquellas enriscadas peñas”, “hizo rigurosa penitencia, y resplandeció en milagros”. Cuando decimos de san Guillermo de Castielfabib nos estamos refiriendo al santo de Aquitania, personaje mixtificado por la tradición y la leyenda ya desde la baja Edad Media. Si estudiamos la vida del santo según la cuenta fray Jaime Jordán (1704),[9] veremos que se trata de un personaje irreal, a la vez que de un magnífico constructo hagiográfico, cuya vida se basa en la de varios personajes de nombre Guillermo vinculados por historia o tradición con el ducado de Aquitania (Francia), entre los que se hallan Guillermo el Santo (755-812), Guillermo IX el Trovador (1071-1126), Guillermo X el Tolosano (1099-1137) y Guillermo de Maleval, el Grande (+1157). Jordán hace morir a su personaje en 1157, esto es, a mediados del siglo XII –al tiempo que fallece el de Maleval-: entonces el territorio del pre-Rincón de Ademuz se hallaba bajo dominio musulmán, segundas taifas. En Valencia y Murcia Muhammad ibn Mardanis (1147-1172), alias Lobo, se hizo con el poder y consiguió resistir el avance almohade hasta un año antes de su muerte (1171).[10] Pensar que en aquellas fechas hubo un ermitaño cristiano habitando en una cueva de Castielfabib es un tanto ilusorio, pero creer que dicho personaje era el duque de Aquitania resulta francamente descabellado... Entonces, ¿de dónde procede la devoción castielfabiense por san Guillermo? No lo sabemos con certeza, pero en los estatutos de la Cofradía “Señor San Guillermo” –sancionadas por Juan I el Cazador (1350-1396) en 1393, ya se dice de una iglesia vinculada a esta advocación.

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Vista suroccidental del Torrejón de Castielfabib (Valencia), torreón que cerraba al poniente la muralla medieval (2014).

Sigue diciendo Escolano:
  • Guardan el cuerpo del Santo en la iglesia Parroquial de la villa; y como tal hace memoria dél el doctor Villegas en la tercera parte del Flos Santorum en la vida de San Guillermo; y tambien fray Gonzaga; general de los Franciscos, en la historia de su órden, parte tercera, de los monasterios del reino de Valencia.

Se nombra aquí al doctor Villegas –se refiere a Alonso de Villegas Selvago (1533-1603)-, que fue un eclesiástico y escritor español, autor de un célebre libro en seis volúmenes -Flos Sanctorum-, en el que se recogen vidas de santos según la tradición legendaria postridentina, cuya primera parte se publicó en Toledo en 1578 y la quinta en Cuenca en 1594: la tercera parte de esta serie es la que cita Escolano.[11] Fray Jaime Jordán refiere que estuvo en Castielfabib –el 11 de abril de 1696-, donde vio los restos de san Guillermo: pudo ver unos huesos, lo que resulta más difícil de creer es que fueran realmente los del santo de Aquitania. Asimismo, refiere que los feligreses transportaron los presuntos restos del santo desde su tumba en la iglesia conventual hasta la parroquial (los gozos dicen que los llevaron a un lugar próximo al cementerio), para evitar se los llevaran los frailes, y que los lugareños tomaban tierra del lugar de la tumba del santo en la iglesia de san Guillermo y la mezclaban con sal para curar enfermedades del ganado –lo que se corresponde con pías tradiciones locales-: poco importa que fueran o no las reliquias del santo, lo que realmente interesa en estos casos es la fuerza de la fe.[12]

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Vista suroccidental de la Torreta de Castielfabib (Valencia),
torreón que cerraba al poniente la muralla medieval (2014).

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Vista suroccidental de la Torreta de Castielfabib (Valencia),
torreón que cerraba al poniente la muralla medieval (2014).
  

Nos hallamos junto a los restos de El Torrejón, extraordinaria atalaya desde la que se puede contemplar una de las más hermosas panorámicas del Rincón de Ademuz... Decíamos que el torreón dividía la panorámica oriental en dos mitades, teniendo el caserío a nuestros pies. Pero el torreón tiene interés por sí mismo, ya que constituye el cerramiento de la muralla medieval que tuvo la villa en épocas históricas. Visto por su fachada meridional o sur-occidental vemos que se halla sobre un soporte de piedra tosca de gran potencia en posición ligeramente inclinada. Del torreón apenas queda una esquina y los fragmentos de lienzo que la forman. En la base del lienzo que mira al sur hay varias tongadas de piedra tosca bien labrada a modo de zócalo, con un somero saliente a modo de cornisa. Los esquinares son también de tosca bien labrada, con franjas de piedra caliza planas delicadamente dispuesta en los lienzos, esto es, entre las esquinas. Por la parte occidental se adivina el resto de otra arista, lo que induce a pensar que pudo ser un cubo de muralla adaptado al terreno, cuadrangular u octogonal. Desconocemos la altura que pudo tener, pero puede que le falten varios metros. En cualquier caso constituye el punto más elevado del cerramiento de la muralla, muy por encima del castillo. Por la parte norte-nordeste sólo puede verse el relleno, basado en piedras unidas con argamasa de cal y canto. Observando con atención nos apercibiremos que en la base meridional del torreón, éste continúa mediante unos restos de muralla, en dirección al torreón almenado que hay debajo, donde probablemente se hallaba una de las puertas de la villa. La Torreta se explica por ser este punto de la defensa uno de los más vulnerables, de ahí que sirviera también para proteger la puerta por la que se accedía desde poniente.

De espaldas al torreón, mirando hacia el noroeste veremos también una espléndida panorámica.. A nuestros pies se halla el camino por el que se accede a la población por la calle Moral, el torreón del Hospital y la rampa que sube desde la carretera. La carretera circunda el cementerio y la ermita de Nuestra Señora de Gracia, que se halla por encima del Polideportivo Municipal del “Huerto del Cura” y continúa por la margen izquierda del valle del Ebrón –según lo miramos desde la Torreta-. La zona frente al camposanto, por encima de la carretera, esta ocupada por las antiguas eras y pajares del lugar. El valle del Ebrón se halla encajonado por los montes que lo circundan, cuyo punto más hondo lo marca el cauce del río. Parece que las choperas ocupan toda la cuenca, pero otrora sus márgenes fueron auténticos vergeles. En la cabecera del valle se distingue el caserío de El Cuervo, población que es ya de Aragón, de la que destaca la torre-campanario de su parroquial (siglo XVI) y el Castillo, del que no queda más que el nombre, restos de un aljibe y una cueva labrada en la tosca, a la que se accede desde la cima. El castillo de El Cuervo pudo ser un recinto amurallado con un torreón, perfectamente visible desde Castielfabib. Al fondo izquierda de la panorámica se halla la mole del Cerro Jabalón (1.692 m), que desde nuestra perspectiva muestra su inconfundible figura de naveta invertida. Si trazamos una línea recta imaginaria en esa dirección podríamos unir Albarracín (Valencia) con Alpuente (Valencia), pasando por Javaloyas, Tormón, El Cuervo, Castielfabib, Ademuz, Santa Cruz de Moya..., en lo que fue una raya defensiva de la época musulmana.

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Vista de la Vega Zaragoza y hoces del Ebrón en Castielfabib (Valencia),
con detalle de las ruinas del convento de san Guillermo y Peña Tajada (2012).

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Vista occidental de la Torreta en Castielfabib (Valencia),
con detalle de su fábrica, basada en piedra con cal y canto (2012).

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Vista occidental del caserío de Castielfabib (Valencia),
 con las ruinas del convento de san Guillermo "en par del rio Ebrón" (2014).


De la Torreta al castillo de Castielfabib.
Dejamos la atalaya para encaminarnos al castillo, bajando directamente por la base del torreón hasta la calle Moral... Lo más prudente, sin embargo, sería volver al cruce de caminos antes indicado y seguir por el camino meridional que baja a la villa por el barrio de La Torreta, aunque también podríamos bajar siguiendo el camino que discurre por la ladera umbría que lleva a la calle Moral. Ambos caminos confluyen en un cruce de calles, allí se dan cita la del Calvario, la del Torrejón y la del Moral. En cualquier caso merece la pena visitar el torreón almenado que hay a la entrada, en lo que pudo ser una de las puertas de la antigua muralla: la puerta de Castilla. En una parte del muro del torreón hay un cartel con un texto borroso que dice:

  • Resto de la Muralla. Como villa-fortaleza (que fue Castiel) son bastantes los restos que quedan diseminados por el pueblo, unos integrados dentro de las viviendas y otros solitarios como vestigios erectos del pasado./ La parte del castillo que actualmente se conserva es la torre del homenaje, de la que recientemente se ha restaurado el paso de ronda, actualmente adaptada a la iglesia parroquial de Nuestra Señora de los Ángeles./ La torre del homenaje se alza sobre un promontorio rocoso que domina el valle (del Ebrón), el pueblo y la carretera. Esta posición viene dada por la situación estratégico-defensiva que cumplía en el momento de su construcción, hacia el siglo XII, aprovechando una parte del castillo cuyos orígenes parecen ser inicialmente romanos y posteriormente árabes./ En su parte norte donde (nos hallamos) el relieve en sí no favorece el aspecto defensivo, se hizo necesaria la construcción de un recinto fortificado del que apenas quedas los restos de un lienzo de muralla.

            
Ciertamente, merece la pena visitar esta parte del pueblo y dejarse llevar por la imaginación... Pienso en las generaciones de castieleros que habrán pasado por esta calleja, andando o a lomos de alguna caballería, camino del trabajo o de regreso a casa, y en lo que estas viejas piedras carcomidas por la intemperie y el paso del tiempo podrían contarnos, de poder hablar...

Desde el barrio de la Torreta nos dirigimos a la plaza Mayor por la calle Calvario, que muestra un empedrado de piedra rodena en el centro. La plaza de Castiel es un espacio alargado e irregular, con una fuente de pilón en el centro. El edificio más notable es la Casa de la Villa, que luce una fachada renacentista con dos arcadas de bella factura, correspondientes a la lonja del lugar, y que la restauración ha puesto en evidencia: hasta ahora los arcos se hallaban cegados para aprovechar el espacio. El piso bajo estuvo destinado a escuela pública y el alto a las oficinas municipales, siendo de destacar el artesonado. De la plaza parten varias vías, una de ellas es la calle Fuente, que baja en dirección a la parte Solana del pueblo, camino de la carretera, la Vega Zaragoza y el Camino de los Callejones. La otra calle importante es la de la Iglesia, que conduce a la rampa de acceso desde la carretera y a la iglesia-fortaleza de Nuestra Señora de los Ángeles.

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Vista de la iglesia-fortaleza y castillo de Castielfabib (Valencia), desde la Torreta (2014).

Desde la plaza bajamos un trecho y volvemos a ascender en dirección a la iglesia, cuya entrada se halla al pie del peñasco del castillo. Dicha puerta es conocida entre los lugareños como la Reja, aludiendo a una verja que protegía el acceso, y también del Carrejón, atendiendo al paso en forma de callejón sito bajo la iglesia. En tiempos históricos dicha puerta constituyó el acceso natural a la fortaleza con vehículos o caballerías, circundando la cabecera del templo y pasando por el la base de la torre-campanario. En cierto momento, en relación con la construcción del recinto de la sacristía y del alargamiento del testero del templo, el acceso al castillo quedó interrumpido. Ello pudo ser al tiempo que se construía la capilla de los Espejo, en estilo renacentista, hecho que tuvo lugar a mediados del Quinientos, cuando con la unificación de los reinos hispanos los castillos de frontera entre reinos dejaron de tener la importancia defensiva que antaño tuvieron.

Para llegar al castillo y fortaleza de Castiel hay que trepar por la ladera del cerro en que se halla... Digo trepar, pues la escalerita labrada en la misma roca del monte así lo requiere, o casi. Y hay que hacerlo con precaución, agarrado a la baranda protectora que posee. El final de la escalerita coincide con una abertura en la muralla, lo que nos permite llegar hasta el primer nivel de la fortaleza. El botánico valenciano Antonio Josef Cavanilles (1745-1804) la menciona a su paso por la localidad:[13] esto fue en los primeros días de septiembre de 1792, procede Vallanca, vía las Tóbedas y el Colladillo, y dice:

  • De este monte se va baxando hácia la villa, situada en la cuesta rápida de un cerro, coronado hoy dia por las ruinas de una fortaleza. Subí á lo mas alta para descubrir las cercanías y los objetos que á pocas leguas cierran el horizonte. Al nordueste caen los montes de Aragon sucesivamente mas altos, de los quales los de Tormón y Cuervo, pueblos de aquel reyno, quedan á media legua de distancia. Por entre sus profundas raices baxa el rio Ebrón, que dexa á su  derecha el Cuervo y Castielfabíb, describiendo un semicírculo por la parte septentrional de esta villa, donde tuerce hácia el mediodia en busca del Turia. Siguiendo con la vista el curso del Ebrón se ven las huertas que fertiliza, y á cierta distancia varios cerros, cuyos cabezos alternan y cortan la vista por aquella parte, donde dexan ángulos entrantes y salientes, y varios recodos aprovechados en huertas.[14]

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Detalle de torreón habitado en Castielfabib (Valencia),
sito en el barrio de La Torreta (2014).

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Detalle de la base del torreón habitado,
correspondiente a la muralla medieval de Castielfabib (Valencia), 2014.
 
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Detalle del arco de medio punto en una vivienda de la calle Calvario en Castielfabib (Valencia), 2014.

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Detalle de la calle Calvario en Castielfabib (Valencia),
en la confluencia de la calle Moral y Torrejón (2014).

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Detalle de la calle Calvario en Castielfabib (Valencia),
que desde la plaza Mayor asciende hasta el barrio de La Torreta (2014).

            
En tiempos del botánico Cavanilles, finales del siglo XVIII, en el castillo de Castiel sólo quedaban “las ruinas de una fortaleza”, ruinas que no describe porque seguramente nada de ellas llamó su atención. Sigue diciendo:

  • Mas adelante como dos horas del punto de observación se descubre el boquete que dexan los últimos cerros, en cuyo fondo queda oculto Ademúz, seguido después de elevados montes en forma de graderías. Entre estos saca su loma obtusa la Serretilla de Campablo (hoy, Campalbo), que se avista casi por el sur, y continuando en arco hácia el oriente se van descubriendo el Cerrellar de Ademuz y los montes de la Puebla (de San Miguel) en el reyno de Valencia; los de Riodeva, Camarena y Javalambre en Aragón. Muy cerca de la villa y del cerro del Castillo en la ribera izquierda del Ebrón parecian hermosas huertas, y la industria de sus dueños, que para regarlas dirigen las aguas por canales excavados en la peña, algunos de ellos a bastante altura.[15]



En su descripción, el naturalista no menciona la aldea de Los Santos (Castielfabib), quizá porque en su tiempo no se veía desde el castillo, por ser aldea de muy poco vecinos, aunque hoy día sí que pueden verse algunas casas de la parte septentrional. Hará mención de ella, sin embargo, al pasar por la aldea, camino de Torrebaja. Por lo demás su descripción es ajustada a la realidad geográfica, como si nada hubiera cambiado desde entonces. Con agudeza percibe el problema que para los de Castiel supone el riego de sus huertas, debido a la profundidad de las aguas del Ebrón, “que parecen huir y esconderse de su vista”, comenta:
  • En otro tiempo quando se fundó el Convento de San Guillermo, que está á la izquierda del rio en frente de la villa, se sabe por tradicion que las aguas pasaban casi á nivel con la superficie del suelo, de modo que sin baxar gradas ni cuesta se tomaban las necesarias; pero actualmente corren 20 varas mas profundas, y cada dia se aumenta la profundidad del cauce, el qual es todo de piedra tosca desde que el rio entra en el reyno de Valencia hasta las cercanías de Torre baxa, y se extiende largo trecho por ambas riberas sin mudar de naturaleza. Ya empiezan á sentirse los malos efectos que causa la profundidad en que se hallan las aguas, principalmente en las huertas altas: las baxas hácia la Torre (Torrebaja) por mejor situadas forman deliciosos vergeles, donde se crian frutales, hortalizas, trigos, maices: algunas de ellas, puestas entre barrancos y defendidas de los vientos por altos cerros de tierra, parecen estufas naturales,...[16]

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Vista de Peñarrubia en Castielfabib (Valencia),
por debajo de la Central Hidroeléctrica,
desde el Mirador Hoces del Ebrón (2012).



Aquellos “deliciosos vergeles” que describe el naturalista han desaparecido, pues la mayoría de las huertas se hallan abandonadas; y no por falta de agua, sino de brazos que las cultiven. Deambulando por el solar del antiguo castillo y fortaleza de Castiel nos apercibimos de la escabrosidad del peñasco sobre el que asienta, con el caserío descorriéndose a ambas manos de la ladera –Umbría y Solana-, entre El Torrejón, que queda al poniente y la profunda hoya del Ebrón, que queda al levante. Desde la eminencia del castillo podemos imaginar el cerramiento de la muralla que la circundada por el norte y por el sur, cuyos extremos partían de ambos lados de la fortaleza y ascendían hasta El Torrejón –como resulta evidente por los torreones que jalonan la villa, algunos de ellos habitados-.

El castillo-fortaleza de Castiel asienta sobre un enorme peñasco calizo sito al levante de la población, la que sirve para clasificarla como una “fortificación de altura”, cuya parte más elevada posee forma elongada, en disposición norte-sur, más ancha por la parte central y meridional que por la septentrional, donde se halla el conjunto de la iglesia-fortaleza y la torre-campanario. Decíamos que la puerta de la Reja permite la entrada al Carrerón, único lugar por donde era posible el acceso al castillo mediante caballerías, carros u otro medio de transporte rodado. Dicho acceso fue interrumpido en algún momento histórico, al prolongar el testero del templo y construir el saliente de la sacristía, que queda a la cabecera de la iglesia, lado del evangelio. Esta parte, donde se halla la entrada propia a la iglesia, lo que constituye el atrio interior anexo a la antigua casa del sacristán, da sobre la denominada Villa Vieja. La construcción de la sacristía y el alargamiento del testero interrumpieron el acceso a la fortaleza, cuyo camino pasaba junto a la base de la torre-campanario. Al campanario se accede desde la fortaleza por una puertita que hay en la base de la fachada meridional, que luce la esfera de un reloj; antaño se accedía también desde el recinto anejo al presbiterio, lado de la epístola, mediante una escalerita de caracol, hoy desaparecida.[17]

Situados a los pies de la torre-campanario, fachada meridional, veremos que ante nosotros se abre el recinto de la fortaleza, con murallas a ambos manos y una eminencia pétrea en el centro, sobre la que todavía se alza un lienzo de muro. El recinto se hallaba amurallado en todo su perímetro, aunque con al menos una abertura, tal la mencionada en el muro occidental que da sobre la población. Las murallas se hallan hoy totalmente arrasadas hasta prácticamente los cimientos... Como se decía en el caso del castillo de Ademuz, “sin las adecuadas prospecciones arqueológicas, difícilmente conoceremos el aspecto real que tuvo el castillo y la fortaleza de (Castielfabib); pero dada su ubicación debió ser imponente”. También hacia notar “que las referencias a los castillos del Rincón de Ademuz son muy abundantes en la diplomática bajomedieval” conservada en el Archivo de la Corona de Aragón (Barcelona) y Archivo del Reino de Valencia (Valencia):
  • Propiamente, los castillos de la Edad Media eran estructuras militares -“instrumentos” para la guerra defensiva, ubicados en lugares altos y valiosamente situados- para proteger un territorio. [...], los castillos de Ademuz y Castielfabib fueron originariamente musulmanes, tomados por los cristianos y utilizados tras la conquista sin aparentes cambios en su estructura. Ambos poseían una base irregular, adaptada al terreno, al estilo de los castillos roquedos y se hallaban en zonas fronterizas lo que serviría para clasificarlos como fortalezas estratégicas, con todas las consideraciones de este tipo de construcciones.[18]


Continúa en:



[1] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Geografía, orografía y paisaje del Rincón de Ademuz, en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del viernes 14 de marzo de 2014.
[2] ID. La Cruz de los Tres Reinos, historia y mito en el paisaje, en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del miércoles, 15 de octubre de 2014.
[3] ID. Desde el Mirador de las Hoces del Ebrón en Castielfabib (Valencia), en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del sábado 24 de mayo de 2014.
[4] BRL (VIRGEN DE GRACIA): Bien de Relevancia Local según la Disposición Adicional Quinta de la Ley 5/2007, de 9 de febrero, de la Generalitat, de modificación de la Ley 4/1998, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural Valenciano (DOCV Núm. 5.449 / 13/02/2007).
[5] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Aproximación a la Historia del Convento de San Guillermo en Castielfabib y noticia del Hospital de la Villa, Valencia, 2001, pp. 124-128. ID (2024). Historia del Convento de San Guillermo en Castielfabib y noticia del Hospital de la Villaautopublicación Kindle Direct Publishing (Amazon), segunda edición, pp. 251-156.
[6] Respecto de esta afirmación, la he leído en distintos medios, aunque nunca cifrada documental o bibliográficamente; es por ello que aunque la idea sea razonable, cabe ponerla en entredicho. Vid Mauro S. Hernández Pérez. Espacio y tiempo en la Edad del Bronce Valenciano, Serie I, Prehistoria y Arqueología, t. 10, 1997, pp. 279-315. ID. La Edad del Bronce en el País Valenciano. Panorama y perspectivas, Edita Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Alicante, Alicante 1985. Milagros Gil Mascarell. Algunas reflexiones sobre el bronce valenciano.
[7] BRL (CONVENTO): Bien de Relevancia Local según la Disposición Adicional Quinta de la Ley 5/2007, de 9 de febrero, de la Generalitat, de modificación de la Ley 4/1998, de 11 de junio, del Patrimonio Cultural Valenciano (DOCV Núm. 5.449 / 13/02/2007).
[8] ESCOLANO, opus cit., p. 374, col. 1ª.
[9] JORDAN, Jaime. Historia de la Provincia de la Corona de Aragón de la Sagrada orden de los ermitaños de nuestro gran padre san Agustín, compuesta de quatro Reynos, Valencia, Aragón, Cataluña y las Islas de Mallorca y Menorca; y dividida en quatro partes, Valencia, 1704, parte primera [contiene las fundaciones de los conventos de religiosos, y religiosas del Reyno de Valencia: y las Vidas de sus insignes hijos en santidad, letras, y dignidades], capítulo XX.
[10] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. San Guillermo de Aquitania y el convento de Castielfabib (Valencia), I, en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del martes 24 de junio de 2014.
[11] Cf. Wikipedia, voz Flos sanctorum
[12] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. San Guillermo de Aquitania y el convento de Castielfabib (Valencia), y II, en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del martes 24 de junio de 2014.
[13] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. El Rincón de Ademuz visto por el botánico Cavanilles, en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del jueves 15 de marzo de 2012.
[14] CAVANILLES, Antonio Josef. Observaciones sobre la Historia Natural, Geografía, Agricultura, población y frutos del Reyno de Valencia, de Orden Superior. En Madrid en la Imprenta Real, siendo Regente D. Pedro Julián Pereyra, Impresor de Cámara de S.M., Año 1797, tomo II, párrafo 103, p. 75.
[15] Ibídem.
[16] Ibídem, párrafo 104, pp. 75-76.
[17] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Acerca de la torre-campanario de Castielfabib (Valencia), en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del martes 17 de abril de 2012. ID (2022). Acerca de la torre-campanario de la parroquial de Castielfabib, en Desde el Rincón de Ademuz (I)autopublicación Kindle Direct Publishing (Amazon), segunda edición, pp. 251-159.
[18] ID. Desde el mirador del castillo de Ademuz (Valencia), en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del sábado 8 de noviembre de 2014.

1 comentario:

Ismael Roger Martínez dijo...

Enhorabuena por este más que interesante artículo sobre el castillo de Castielfabib. Impresionante el trabajo que has realizado, cargado de mucha información y fotografías. ¿Como sería Castielfabib en la actualidad si no se hubiera edificado la iglesia dentro de la fortaleza? Por cierto, muchas gracias por tu mención en el pie de una de las fotografías. Una abrazo y sigue así.