jueves, 12 de enero de 2012

LAS RUINAS DE LA IGLESIA DE SAN GUILLERMO EN CASTIELFABIB (VALENCIA).

 Comentario acerca de las obras de afianzamiento de la portada de la 
iglesia conventual y alguna nota histórica.



"Paraos y preguntad a las ruinas dónde están sus antiguos moradores.
¿Es que el día y la noche, al pasar sobre ellos, los han consumido?
Todo está borrado, abandonado, desnudo.
Diríase que las moradas han desaparecido y se han tornado conceptos"
-Ibn Hazm (994-1064), poeta andalusí, “padre de la religión comparada”-. 

“Todo lo que es hermoso tiene su instante, y pasa”
-Luis Cernuda (1902-1963), poeta español-.





Palabras previas.
 
Hace algún tiempo escribí un post acerca del proyecto para la consolidación de la fachada y otros elementos de la iglesia conventual de San Guillermo en Castielfabib;[1] y desde entonces vengo siguiendo en facebook los progresos del grupo de trabajo Apadrina un sillar del Convento de San Guillermo de Castielfabib.[2] Se trata de un grupo relativamente numeroso, que alcanza casi los tres centenares de miembros, entre los que nominalmente me incluyo, y donde cada cual hace lo que puede –según su lugar de residencia, posibilidades y voluntad de participación-: solidarizarse y apoyar moralmente el proyecto hasta colaborar en los trabajos de descombro y consolidación, y apadrinar un ladrillo (10 €), un mampuesto (20 €) o un sillar (50 €) –siendo estas las acciones más provechosas-.

Según hemos ido viendo por las fotografías colgadas en el muro del grupo se comenzó por despejar la zona correspondiente a la plazoleta frente a las ruinas de la iglesia, incluyendo el arranque de un robusto almezo (Celtis australis) que crecía junto a una de las pilastras de la portada y que amenazaba con desequilibrar la estructura por la base. Asimismo, se ha descombrado el piso bajo el arco de entrada y rellenado con cemento y un mallazo de refuerzo, con el objeto de servir de asiento a la estructura metálica que soportará las dovelas del arco recto del pórtico. De la misma forma, se han colocado unas cuñas de madera en los huecos existentes entre la estructura horizontal metálica y las piedras del arco, para evitar que se sigan desprendiendo.

El detalle de las actuaciones indica que los trabajos han resultado providenciales para salvaguardar las ruinas de la portada, pues ésta se hallaba en una situación crítica y alarmante; hasta el punto que un ligero movimiento de la clave hubiera podido desgajar fatalmente toda la sillería.

Para ver in situ los trabajos realizados, una tarde de primeros de enero subí a Castielfabib, acercándome hasta las ruinas del convento con un amigo. Una vez en Castiel, la mejor ruta para llegar a las ruinas es seguir el camino que circunda por la derecha el peñasco del túnel de La Solana y que conduce al puente de La Ruidera, atravesar el Ebrón y continuar por la vertiente opuesta, siguiendo el camino del Hituelo. Sin embargo, yendo desde Torrebaja prefiero ir por la aldea de Los Santos y seguir el camino que viene de Los Callejones hasta La Central: una vez arribado a la fábrica de luz puede aparcarse frente a la instalación y continuar por el camino que pasa a los pies de la Peña Rubia, ascendiendo luego por entre los abancalamientos de la margen izquierda del río. Una vez en el  llano, cabe continuar hasta el convento por la alta cota de las Hoyas del Ebrón, de donde surge un sordo rumor de agua. Desde este punto ya comienza a verse la villa de Castielfabib, cuyo caserío se descorre por esta parte de La Solana, entre La Torreta y el contrafuerte del Castillo.

La tarde lucía espléndida, con los árboles ya desvestidos de hojas bajo un cielo azul brillante; el silencio lo envolvía todo y los colores se destacaban vivos y fuertes en la suave tarde invernal. De las chimeneas de algunas casas de la villa surgían lentos penachos de humo, como en el bosquejo de un poblado de cuento... La tarde era tan bella y el paisaje tan hermoso que no pudimos evitar detenernos a contemplar el espectáculo; nos sentamos en un ribazo junto al camino, al pie de una noguera de grueso tronco cuyas ramas sobrepasan ampliamente el sendero, asomándose curiosas a la hoya del río… A la izquierda del camino, frente al nogal hay un mirador con una mesa y bancos de asiento, casi volados sobre el precipicio que forma la profunda sima del río. Los huertos abancalados con paredes de tosca yacen incultos por el invierno y el abandono, pero en otras épocas fueron frondosos vergeles donde se cultivaban todo tipo de hortalizas y variedad de frutales.

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Grupo de entusiastas que realizó las obras de consolidación en la portada de la iglesia conventual de San Guillermo en Castielfabib (Valencia), 2012. 
[Foto tomada de Facebook:  Apadrina un sillar del Convento de San Guillermo de Castielfabib].

  Acerca de la fundación agustiniana.
Desde este punto del Camino del Hituelo (antiguo Camino Real) ya comienzan a verse las ruinas de la vieja iglesia conventual, y hacia ellas nos encaminamos, comentando a mi acompañante las palabras con que el rey Juan I el Cazador (1387-1396) concede al prior y a los hermanos de la Orden de los Ermitaños de San Agustín la autorización pretenden: “porque proponen edificar en la villa de Castro Fabib [...] para que se desarrollen” permiso para “tener y poseer para todos los religiosos y clérigos de dicho Monasterio casas propias, viñas, campos, huertas u otras posesiones o donaciones que vengan de la devoción o igualmente de cualquier persona que [...] diera o legara [...] o a dicho Monasterio igualmente transfiriera en dicha villa de Castro Fabib y en sus términos” –siempre que el valor de dichas posesiones no sobrepasara las cien libras reales de Valencia-.[3] La autorización real para que los agustinos fundaran convento data del 1 de abril de 1394... Pero no debemos confundirnos, a estas alturas ya sabemos que este primer convento de fundación agustina pudo estar en el entorno de la Ermita de la Virgen de Gracia, donde el cementerio municipal, hasta el punto de pensar que la actual ermita podría ser heredera de la capilla conventual de los Ermitaños de San Agustín.


El segundo convento de Castielfabib (situado en el entorno de la iglesia de san Guillermo) puede que fuera inicialmente poseído por los Carmelitas de Aragón, de los que apenas sabemos nada, y después por los Franciscanos Observantes de Valencia, que lo poseyeron desde 1577 hasta su exclaustración definitiva, a mediados los años treinta del siglo XIX (1835). Las ruinas que hoy contemplamos corresponden al periodo franciscano, aunque la iglesia pudiera tener un origen mucho más antiguo. Del antiguo complejo conventual sólo queda una parte del templo, habiendo desaparecido los demás edificios monásticos.

Respecto a los inmuebles que formaban el recinto conventual, el cronista franciscano -fray Joseph Antonio de Hebrera y Esmir (1652-1719)- nos informa someramente, diciendo de ciertas pinturas que contenía (1703):
  • En el convento de San Guillermo de Castelfaví, de la Santa Provincia de Valencia, están pintados también nuestros santos mártires –se refiere a los beatos Juan de Perusa y Pedro Saxoferrato- con diademas de rayos, sagradas insignias y rótulos de santo en dos partes diferentes: la primera en la entrada de la portería (de la residencia o casa-convento) y la segunda en el coro (de la iglesia conventual)./ Hiciéronse estas pinturas en el año 1579 (esto es, dos años después de la toma de posesión del convento por los franciscanos).[4]

Nada queda de las pinturas de los beatos mártires de Teruel;[5] según el cronista, una se hallaba en el coro de la iglesia conventual y otra en la casa-convento donde residían los frailes... Cabe anotar que cuando los hijos del divino san Francisco se posesionaron del claustro de san Guillermo en Castielfabib (1577) ya existía la iglesia, pues ésta se nombra como “esgleya de Sant Guillem” en 1393, con motivo de la aprobación de los estatutos de las cofradías de Santa María y Señor San Guillermo de Castielfabib [Bofarull y Sans, 1910], aunque debía tener otra factura; basta ver el arco de una de las capillas laterales del lado de la epístola (derecha), que primitivamente fue apuntado y luego se rellenó para trocarlo barroco. Ello denuncia que primeramente hubo una iglesia de fábrica gotiforme (siglo XIV) que posteriormente fue restaurada o reconvertida en barroca (siglo XVII-XVIII): las ruinas que hoy podemos contemplar corresponden a la última remodelación, según evidencian sus adornos, esgrafiados y motivos vegetales que todavía persisten en cornisas y pilastras, así como la misma portada, muy semejante a la que luce la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles en Vallanca.[6] 

Obviamente, las pinturas existentes en el coro de la iglesia de san Guillermo debieron hacerse con posterioridad a la toma de posesión de los franciscanos. Las pinturas que hubo en la portería de la casa-convento, sin embargo, fueron realizadas sobre obra nueva, pues en las estipulaciones establecidas entre el Provincial de los franciscanos de Valencia y la Universidad de Castielfabib se la define como “puesta en la huerta de esta villa con un (pedazo) de heredad y Oia, que está en derredor y circuye dicha Cassa (del Señor San Guillermo), para que dicho Padre Provincial pueda en ella poner y (mantener) frayles para ser convento formado”.[7] En el mismo documento se acuerda como debe ser construida dicha vivienda y las características de la misma.

Anecdotario histórico.
Del mismo tiempo de la fundación franciscana, principios del último cuarto del siglo XVI, datan ciertos sucesos (desagradables y poco edificantes) ocurridos en nuestro convento en relación con la desmembración de la diócesis de Albarracín y Segorbe. El suceso lo refiere don Cesar Tomás Laguía (1903-1979), Canónigo de la Catedral de Teruel, en su Discurso de recepción en la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis de Zaragoza, cuando dice de La desmembración de las iglesias de Albarracín y Segorbe (1965).[8]


Dentro del complejo proceso de separación de ambas iglesias hubo otros litigios que ralentizaron su curso, prolongándolo innecesariamente un asunto tan sensible como el de la separación [=desligamiento] de las cuestiones materiales y espirituales de ambas Iglesias. El obispo y cabildo de Albarracín mantenían la convicción de que los límites de su diócesis con la de Segorbe se hallaba en el valle del Turia, de forma que todo el Rincón de Ademuz quedaba incluido en la de Segorbe, pero sin resignarse a perder lo que se llamó El Cuartillejo del Cuervo: El Cuervo, Tramacastiel, Alobras y Tormón -pueblos situados en la periferia noroeste de la comarca valenciana y pertenecientes a la actual provincia y diócesis de Teruel-.

Relatar el complejo asunto sobrepasa los propósitos del presente artículo, pese a lo interesante de su trama, más por la información y conclusiones que podríamos extraer de su estudio que por la importancia de los lugares, cuya pequeñez es evidente, pues “entre los cuatro no sumaban más que ciento ochenta vecinos”.[9] Respecto a nuestro convento, la fuerza de los argumentos de los de Albarracín se basaba en hacer coincidir la idiosincrasia, usos y costumbres de estos pueblos con los del Rincón de Ademuz, que pertenecían desde siglos a su diócesis. El nuncio o cursor de la curia episcopal de Albarracín –a la sazón don Cosme Aler, que actuó como testigo en el proceso de desmembración- hace saber que en 1578, un año después de la separación de ambas Iglesias, decretada por bula del Papa Gregorio XIII [1577, julio 21], “fue enviado por el obispo -don Martín de Salvatierra (1578-1583)-, para que se personase en Tramacastiel, Castielfabib, Ademuz, Vallanca y otros, para intimar a los rectores y vicarios de dichos lugares unas letras en que se les mandaba comparecer ante el prelado para presentar los títulos de sus beneficios y órdenes conforme a derecho”.[10] Pero los de Segorbe no compartían la misma idea acerca de los límites de su jurisdicción, “y cuando el cursor entró en Segorbe fue perseguido para prenderle teniendo que salir de la ciudad precipitadamente”.[11]

Al año siguiente (1579), para que no se repitieran aquellos hechos vergonzosos, “el obispo -don Gil Ruiz de Liori (1578-1582)- y cabildo de Segorbe publicó en el monasterio de San Francisco de Castielfabib unas letras mandando a los rectores y vicarios de aquellos lugares que no acogieran en ellos al obispo de Albarracín ni a sus ministros, que les negaran toda obediencia y no les suministraran alimentos, ni siquiera pan y agua”.[12] Aquí se nombra a nuestro convento como “de San Francisco de Castielfabib”, por ser franciscanos sus moradores, pero resulta evidente que se refiere al convento de San Guillermo. Con todo, dichos lugares del Cuartillejo del Cuervo quedaron finalmente adscritos a la diócesis de Albarracín [luego Albarracín-Teruel], como están en la actualidad.

Al paso de lo dicho surge una pregunta, ¿cuál fue la razón de que el obispo y cabildo de Segorbe publicaran aquellas letras invitando a la desobediencia y negación de suministros al prelado de Albarracín, cuando podían haberlo hecho desde cualquier otro lugar? No lo sabemos con certeza; hipotéticamente, sin embargo, podríamos aventurar que el convento de Castielfabib era un lugar emblemático, singularmente por su ubicación entre ambas diócesis, y por entender que fuera un espacio soberano en relación con los recintos parroquiales, esto es, dependiente de la jurisdicción franciscana, aunque sujeto en última instancia a la autoridad diocesana. En todo caso, el relato evidencia el enconamiento de aquella disputa, siendo una más de las muchas complicaciones que tuvo la desmembración de ambas diócesis. 

Sirvan los párrafos precedentes para evidenciar la implicación del célebre convento de Castielfabib en la compleja historia local, provincial y diocesana.

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Trabajos previos en el proceso de consolidación de la portada de la iglesia conventual
de San Guillermo  en Castielfabib (Valencia), 2012.
[Fotos tomadas de la Asociación Cultural Castielfabib].


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Trabajos previos en el proceso de consolidación del la fachada de la iglesia conventual
de San Guillermo  en Castielfabib (Valencia), 2012.
[Fotos tomadas de la Asociación Cultural Castielfabib].


Camino de las ruinas.
Entretenidos con el relato hemos dejando nuestro asiento junto a la noguera (Juglans regia) y continuado hasta las ruinas que venimos buscando, siguiendo el camino que discurre por la alta ribera del Ebrón. Al arribar a la plazoleta del convento se aprecian de inmediato los efectos de las obras de consolidación de la fachada de la iglesia conventual... Una estructura metálica en forma de cimbra plana soportando las dovelas del arco recto de la entrada, que se apoya en una base de obra entre las jambas. Para llevar a cabo dichos trabajos se ha tenido que despejar previamente el piso de la puerta: arrancar un almezo (Celtis australis) que crecía a la derecha y talar una joven noguera que progresaba a la izquierda. Debido al descuelgue de la clave del arco, que sobresale por debajo entre las otras dovelas, ha habido que poner un madero entre el elemento metálico y las piedras, además de cuñas de madera. Visto por dentro de las ruinas, el daño del arco se hace todavía más patente, pues la hendidura vertical que se observa en el centro es considerable...

Llama la atención la permanencia de los goznes de hierro del portón de la iglesia, cuyas hojas debieron desaparecer hace muchos años... Asimismo, se conservan parte de los adornos interiores -esgrafiados y formas vegetales- que lucen en ángulos y pilastras, aunque muy deteriorados por haber permanecido a la intemperie durante décadas.

Circundando las ruinas vemos que se ha excavado someramente en la zona meridional de la iglesia, poniendo al descubierto el límite del edificio correspondiente a los pies; ello ha servido para esbozar el perímetro de la planta.

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Trabajos previos en el proceso de consolidación del la fachada de la iglesia conventual
de San Guillermo  en Castielfabib (Valencia), 2012.
[Fotos tomadas de la Asociación Cultural Castielfabib].


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 Trabajos previos en el proceso de consolidación del la fachada de la iglesia conventual 
de San Guillermo  en Castielfabib (Valencia), 2012. 
[Fotos tomadas de la Asociación Cultural Castielfabib].


Acerca de la exclaustración.
La desaparición de los frailes del convento de San Guillermo de Castielfabib tiene su origen en las leyes de exclaustración y en la desamortización eclesiástica de la primera mitad del siglo XIX. La desamortización española, sin embargo, abarca un amplio segmento histórico (1769-1924), proceso que puede dividirse en varias etapas, siendo la Desamortización eclesiástica de Mendizábal y Espartero (1834-54) la más significativa de cara a la comprensión general del proceso histórico que, por su proximidad temporal, afectó directamente a nuestro convento.[13] Ésta comenzó con las leyes y decretos de disolución de las órdenes religiosas (1834), que fueron acompañados de la declaración de sus posesiones como bienes nacionales, seguidas por la orden de enajenación mediante subastas públicas (1836-37).[14] Sin embargo, el desmantelamiento del convento de Castielfabib comenzó algunos años antes, pues la venta del retablo del altar mayor de su iglesia a la parroquia de Casas Bajas data de 1925, conservándose varios de los recibos de la transacción (1926-30).[15]

Por el contrario de la ley de Desvinculación señorial del 11 de diciembre de 1820, que suprimió los mayorazgos y que afectó positivamente a los señoríos de los Garcés de Marcilla y barones de Andilla en Torrealta (entonces en término de Ademuz) y a los Ruiz de Catellblanque de Torrebaja (entonces en la jurisdicción de Castielfabib), propiciando una "proletarización" de la tierra y una "democratización" de la propiedad -pues muchos de los renteros y aparceros que cultivaban las tierras de estos señoríos se hicieron pequeños propietarios-, la Desamortización afectó negativamente a Castielfabib: la villa vio desaparecer a sus frailes, quedando suprimido y despoblado su antiguo convento y desmantelado su contenido [1835, septiembre 1].[16] En la práctica no parece que afectara a la propiedad ni a los cultivos en la zona, pues los franciscanos, por su propia condición de mendicantes tenían escasas propiedades, más allá de un trozo de huerta y algún corral o descubierto en el entorno del convento.

Tras la marcha de los franciscanos de Castielfabib los edificios conventuales –iglesia y residencia- quedaron prácticamente abandonados, y así permanecieron hasta principios del siglo XX, en que fueron adquiridos por la Teledinámica Turolense para la construcción de la Fábrica de Luz, falleciendo dos trabajadores de la aldea de Los Santos durante el desarme de la techumbre de la iglesia.[17] Consta, sin embargo, que durante la primera guerra carlista (1833-40) el convento de Castielfabib alojó un Hospital Militar.[18] 

    No obstante, la tradición confirma que durante el largo periodo de abandono (segunda mitad del siglo XIX y principios del XX) muchos de los elementos del monasterio -rejas, puertas y tejas de la casa convento- desaparecieron, siendo aprovechados por los vecinos de la Villa para sus necesidades.

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Trabajos previos en el proceso de consolidación del la fachada de la iglesia conventual
de San Guillermo  en Castielfabib (Valencia), 2012.
[Fotos tomadas de la Asociación Cultural Castielfabib].

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Trabajos previos en el proceso de consolidación del la fachada de la iglesia conventual
de San Guillermo  en Castielfabib (Valencia), 2012.
[Fotos tomadas de la Asociación Cultural Castielfabib].

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 Trabajos previos en el proceso de consolidación del la fachada de la iglesia conventual 
de San Guillermo  en Castielfabib (Valencia), 2012. 
[Fotos tomadas de la Asociación Cultural Castielfabib].


Consideraciones finales.
Para los que tenemos escasa confianza en las iniciativas populares –y en el ser humano en general- resulta emocionante y conmovedor comprobar hasta qué punto la convocatoria ha sido efectiva en este caso; pues una idea buena y bien planteada ante personas sensibles ha permitido la consolidación de las ruinas de la portada del Convento de San Guillermo, cuando de una a otra visita esperábamos no volver a verla en pie...

Hago votos para que los trabajos iniciales constituyan los prolegómenos de otros posteriores, para consolidar lo que todavía queda de este valioso y entrañable patrimonio local y comarcal, y que en lo venidero las nuevas generaciones puedan admirar los restos de la portada de la iglesia conventual del glorioso san Guillermo, cuyos orígenes se remontan a la baja Edad Media, en los umbrales de la Modernidad. 

A título individual, pues nadie me ha hecho la encomienda, y como Cronista Oficial de la Mancomunidad de Municipios del Rincón de Ademuz, me siento en la obligación de felicitar a todos los entusiastas que de una u otra forma han participado en los trabajos de consolidación del pórtico del convento; gracias a su iniciativa y esfuerzo podremos seguir viendo en el futuro lo que la desidia y el tiempo se hubieran cobrado. ¡Imperdonable! Vale.

 



[1] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Las piedras del Convento de San Guillermo en Castielfabib (Valencia), en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del viernes 21 de octubre de 2011.
[3] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2001). Aproximación a la Historia del Convento de San Guillermo en Castielfabib, y noticia del Hospital de la villa (1446), Valencia, pp. 149-150.
[4] Ibídem, p. 108.
[5] AMORÓS, León (o.f.m.). Los santos mártires franciscanos B. Juan de Perusa y B. Pedro de Saxoferrato en la historia de Teruel, separata de la revista Teruel 15-16 (1956), pp. 5-142.
[7] SÁNCHEZ GARZÓN (2001), pp. 36-41.
[8] TOMÁS LAGUÍA, César (1965). La desmembración de las iglesias de Albarracín y Segorbe, Editado por el Instituto de Estudios Turolenses, Teruel, p. 30 y ss. SÁNCHEZ GARZÓN (2001), pp. 41-42.
[9] TOMÁS LAGUIA (1965), p. 31.
[10] Ibídem, p. 33.
[11] Ibídem.
[12] Ibídem.
[13] Cf. Wikipedia, voz Desamortización española.
[14] RUEDA, Germán. El reinado de Isabel II. La España liberal, Historia de España 22 (1996) 66-68.
[15] SÁNCHEZ GARZÓN (2001), pp. 84-91.
[16] ESLAVA BLASCO, Raúl. El convento franciscano de San Guillén de Castielfabib durante la exclaustración de 1835, segunda época de la revista Ababol 3 (2011), 14-27. Citado por SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2022). Las ruinas del complejo conventual de San Guillermo de Castielfabib, en Desde el Rincón de Ademuz (I), autopublicación Kindle Direct Publishing (Amazon), segunda edición, p. 278 (271-288).
[17] SÁNCHEZ GARZÓN (2001), pp. 103-106. ID. José Carrasquer Zamora y los comienzos de la industria eléctrica en Teruel y Castielfabib, en el sitio web Desde el Rincón de Ademuz, del lunes 17 de octubre de 2011.
[18] AGUILAR, Francisco de Asís (1890). Noticias de Segorbe y de su Obispado por un sacerdote de la diócesis, Segorbe, vol. II, párrafo 690, p. 716. SÁNCHEZ GARZÓN (2001), p. 92.


GALERÍA FOTOGRÁFICA:

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Grupo de entusiastas que realizó las obras de consolidación en la portada del Convento de San Guillermo en Castielfabib (Valencia), 2012.
[Foto tomada de Apadrina un sillar del Convento de San Guillermo de Castielfabib].


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Vista parcial de Castielfabib (Valencia),
desde el camino del Hituelo (2012).

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Vista parcial de Castielfabib (Valencia), desde la zona de la cisterna y lavadero, 
con  las ruinas de la iglesia conventual en el plano medio (2012).


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Vista parcial de la fachada de la iglesia conventual de San Guillermo en Castielfabib (Valencia),
con detalle de las obras de consolidación del arco (2012).


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Vista parcial de la fachada de la iglesia conventual de San Guillermo en Castielfabib (Valencia),
con detalle de las obras de consolidación del arco (2012).


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Vista parcial de la fachada de la iglesia conventual de San Guillermo en Castielfabib (Valencia),
 con detalle de las obras de consolidación del arco (2012).


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Vista parcial de la fachada de la iglesia conventual de San Guillermo en Castielfabib (Valencia),
con detalle de las obras de consolidación del arco (2012).


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Detalle de las obras de consolidación del pórtico de la iglesia conventual de San Guillermo en Castielfabib (Valencia), desde el interior de la iglesia (2012).


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Detalle de las obras de consolidación del pórtico de la iglesia conventual de San Guillermo en Castielfabib (Valencia), desde el interior de la iglesia (2012).


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Detalle de una capilla del lado del evangelio (izquierda) de la iglesia conventual de San Guillermo en Castielfabib (Valencia), con la Villa al fondo (2012).


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Vista del interior de las ruinas de la iglesia conventual de San Guillermo en Castielfabib (Valencia), con detalle del ángulo suroriental del templo (2012).


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Vista general de la fachada de la iglesia conventual de San Guillermo en Castielfabib (Valencia),
desde el camino del Hituelo (2012)


Detalle del cartel informativo realizado con motivo de la I Jornada del Voluntariado
para las obras de consolidación de la portada de la iglesia conventual.


Cartel informativo sobre el proyecto "Apadrinar un sillar" referido al Convento de San Guillermo en Castielfabib (Valencia).

1 comentario:

Enrique Gil Bazán dijo...

Muy interesante. Hacía tiempo que quería yo saber algo más del convento de San Guillermo, y mira por donde, lo he conseguido así de fácil hoy con esta información tan ajustada que nos das. Estupendo Alfredo.
Un abrazo,
Enrique.