lunes, 6 de noviembre de 2017

EL PINO VICENTE, UN ÁRBOL MONUMENTAL.


Visita guiada al “Pino Vicente” y al Alto de las Barracas, en el
Parque Natural de Puebla de San Miguel.




“Mas toda excursión tiene un punto de peregrinación,
digamos de camino espiritual,
en tanto supone dejar -aunque sea por un momento- la residencia habitual,
donde tiene lugar nuestra cotidianeidad,
para ir en busca de algo nuevo y distinto que nos ayude a crecer y mejorar”
-Del contenido textual-.









El “Pino Vicente”, de este nombre por el señor Vicente Tortajada (1937-2003), el guarda que lo salvó de la tala para convertirse en madera, es un formidable pino albar (Pinus Sylvestris L) del Parque Natural de Puebla de San Miguel. Para los lugareños, sin embargo, el descomunal árbol era más conocido como “Pino de las Tres Garras” (en adelante, Pinos Tres Garras), pues tres son los brazos o ramas principales del árbol. Aunque ha prevalecido el nombre del forestal que lo indultó, un homenaje por lo demás bien merecido, pues si no hubiera sido por la sensibilidad del guarda forestal hoy no podríamos admirarlo.

Se trata de un monumental pino situado en la partida del Vago de la Culebra, en las proximidades del Alto de las Barracas –también conocido como Cerro Calderón (1.838 m)-: puntal de la Sierra de Javalambre, en las estribaciones meridionales del Sistema Ibérico. La zona donde está el pino y el cerro corresponde a la parte nororiental del Parque Natural de Puebla de San Miguel, municipio del valenciano Rincón de Ademuz.

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Vista general del "Pino Vicente" (también, Pino Tres Garras, Pino de la Culebra), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.



Un buen punto de partida para visitar el “Pino Vicente” es Puebla de San Miguel. A Puebla de San Miguel puede accederse, desde Ademuz, por el camino rural asfaltado que lleva a Mas del Olmo, vía Val de la Sabina. Una vez en Mas del Olmo hay que seguir por la CV-363, en dirección a Losilla de Aras (Valencia). Obviamente, desde la parte de Losilla de Aras puede accederse también a Puebla de San Miguel, siguiendo el camino inverso, vía Hoya de la Carrasca, lugar de Arcos de las Salinas (Teruel). Asimismo, a Puebla de San Miguel puede accederse por el camino que le une con Camarena, vía la Fuente de la Miel y Matahombres. El camino que proponemos, sin embargo, es desde Puebla de San Miguel, y más concretamente desde la Ermita de San Roque -kilómetro 19 de la CV-363-: lugar del que parte una pista de tierra que lleva al "Pino Vicente" (1.700 m), al Collado del Buey (1.715 m), al Pico Gavilán (1.748 m) y al Alto de las Barracas (1.836 m). Desde este estratégico punto puede accederse también a Arcos de las Salinas y a Riodeva, pueblos de Teruel.

Tabla de topónimos, senderos y tiempo estimado de recorrido desde la Ermita de San Roque (Puebla de San Miguel).
TOPÓNIMO
SENDEROS
TIEMPO ESTIMADO
(horas y minutos)
Alto de Barracas (1.836 m altitud)
PR-V-1318
3 h.
Arcos de las Salinas (1.081 m altitud)
PR-V-1318
(y por GR-10)
4 h. 45 mi.
Collado del Buey (1.715 m altitud)
PR-V-1318
2 h. 28 mi
Pico Gavilán (1.748 m altitud)
PR-V-1318
1 h. 45 mi.
Riodeva (968 m altitud)
PR-V-1318
(y por GR-10)
4 h.
Pino Vicente Tortajada (1.700 m altitud)
PR-V-1318
2 horas 30 mi.
Elaboración propia (2017:

Conocía la existencia de este monumental árbol por haberlo oído nombrar, y por haber visto escrito su nombre en alguna señalización junto a la nombrada Ermita de San Roque; pero hasta este verano no había tenido la oportunidad de verlo. Seguramente no me sentía motivado para hacer la excursión. Este verano me animé, sin duda espoleado por la triste experiencia que tuve a principios de años, cuando visité el “Pino Ramudo” de Alobras (Teruel).[1] El de Alobras era un descomunal pino laricio (Pinus nigra Arnold), estaba junto al camino de Alobras a Javaloyas. Cuando fui a verlo estaba ya muerto; pude admirar -sin embargo- su esqueleto y deducir del porte de su tronco y la enormidad de sus ramas la majestuosidad que tuvo en vida; aunque fue una triste experiencia. Por eso me apresuré a ver el “Pino Vicente” de Puebla de San Miguel, para que no me ocurriera lo que con el de Alobras.



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Pilón de La Santica, Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.

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Detalle de ladrillos de cerámica en el pilón de La Santica, Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.


En busca del Pino Vicente, camino del Alto de las Barracas.
La Ermita de San Roque de Puebla de San Miguel se halla en la proximidad de la CV-363, junto al puente que salva el barranco del Saladillo, rambla que recoge las aguas de las vertientes noroccidentales de esa parte del término. Cabe dejar la carretera y coger la pista de tierra que nace en este punto, donde la carretera hace una brusca curva. La pista asciende rápidamente por las laderas de la Loma de Carrascal, hasta encontrarse con otra pista que nace más arriba, a la mano izquierda de la misma carretera, según venimos de Ademuz y Mas del Olmo. Desde el punto en el que se encuentran ambas pistas puede admirarse una estupenda panorámica de Puebla de San Miguel. Hay que continuar en dirección noreste, hasta encontrar el pilón de La Santica, casilicio que veremos más adelante. Se trata de un pilón de mampostería coronado por una cruz de piedra, la hornacina contiene dos ladrillos cerámicos con la imagen de la Virgen de la Cueva Santa.


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Pilón de La Santica, Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), con detalle de la pista que asciende al "Pino Vicente", PIco Gavilán y Alto de las Barracas (2017).


El camino continúa por un fuerte repecho con algunos tramos más llanos, ésta será la tónica general del recorrido, no en vano deberemos ascender desde Puebla de San Miguel (1.000 m altitud) hasta el paraje del Vago de la Culebra, donde se halla el "Pino Vicente" (1.700 m de altitud) y el Alto de las Barracas (1.836 m), salvando un desnivel de 700-836 m en apenas 8 km. Si vamos caminando hay que tomárselo con calma, disfrutando del paisaje y el medio ambiente en cada momento. Por estos elevados parajes puede respirarse a pleno plumón, el aire es límpido y claro, sin pizca de contaminación. Cuando veo a los deportistas urbanitas hacer footing (me refiero a correr a modo de ejercicio) por las calles, junto a los coches que circulan, siento lástima por ellos. En esas circunstancias mejor pasear, caminando respirarían menos contaminantes. Algunos centenares de metros más adelante encontraremos una zona llana en forma de placeta donde hay varias señales en la bifurcación: estamos en el área de la Fuente de la Canaleja.

El camino principal continúa hacia el frente (norte), en dirección a la Fuente de la Cuadraleja (3,4 km): siguiendo esta vía llegaríamos hasta una bifurcación (fuera ya del Rincón de Ademuz) cuyo ramal izquierdo lleva a Riodeva circundando el Pico del Cabroncillo (frente a Amanaderos), mientras que el ramal derecho lleva a Camarena de la Sierra por la Fuente de la Miel. Sin embargo, para nuestro propósito de hoy deberemos coger el camino de la derecha, que asciende bruscamente tras una cerrada curva. La señalización del Parque Natural de la Puebla de San Miguel indica esta dirección y las distancias para los distintos lugares que iremos encontrando –por orden de proximidad-:

  • El Gavilán (3,6 km).
  • Pino Vicente (3,9 km).
  • Alto de las Barracas (6 km).
Datum ETRS_89 Huso 30
Coordenadas U.T.M.: X 659831/ Y 4437557


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Detalle de panel de dirección, Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.

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Paisaje y paneles de dirección, Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.


Una antigua pala metálica señala la dirección de El Calderón y El Gavilán, hacia la derecha, enseguida encontraremos la Fuente de la Canaleja, que queda a la izquierda. Desde este punto el camino es una subida continuada, cementada en algunos tramos. Si van caminado, insisto, tómenlo con calma, no tengan prisa, disfruten del pasaje y del camino, no se agobien. He hecho este camino varias veces –caminando y en moto de montaña- y siempre he disfrutado, aunque de distinta manera. En un punto del camino encontrarán a la mano derecha los restos de un antiguo aprisco o paridera arruinada, junto a un bosquecillo de sabinas; se trata de El Bisco (Corral del Bizco), lugar arruinado del que sólo quedan unos muros desmochados, evidenciando la actividad agrupecuaria que hubo en la zona. En este tramo el camino está cementado. Hay que seguir adelante, admirando los árboles que iremos encontrando, el paisaje abierto y los detalles del trayecto; pero no se acaloren, que ya falta poco.


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Vestigios de cultura tradicional en el paraje de El Bisco (Corral del Bizco), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.


Poco más arriba encontraremos un desvío a la izquierda del camino que vamos siguiendo, una placa metálica señala por la izquierda la dirección y altitud del Pico Gavilán (1.747 m), donde se halla el Observatorio Forestal. Junto a la placa hay un cartel del Parque Natural con indicaciones de dirección y distancia:

  • El Gavilán (200 m).
  • Pino Vicente (500 m).
  • Alto de las Barracas o Cerro Calderón (2,4 km).
Datum ETRS_89 Huso 30
Coordenadas U.T.M.: X 661234/ Y 4437247

Dejamos el Pico Gavilán a la izquierda y continuamos por la derecha, en busca del Pino Vicente y del Alto de las Barracas, situados poco más adelante.

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Paisaje y paneles de dirección, Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.


Desde este punto el camino es prácticamente llano y el piso de tierra en buen estado. Pinos de distintos tamaños nos acompañarán durante el trayecto, el silencio que reina en el lugar nos permite escuchar todos los sonidos del bosque, el viento entre las ramas de los pinos y sabinas, los aromas del monte, de la resina, de los arbustos y hierbas aromáticas. Sonidos y aromas que no resultan fáciles de percibir –en principio- para las personas que proceden de ámbitos urbanos. El camino continúa un centenar de metros, hasta encontrar otro que se abre a la derecha. Un nuevo cartel del Parque Natural nos indica la dirección a seguir:

  • Pino Vicente (200 m), por la derecha.
  • Alto de las Barracas (2.200 m), por la izquierda.
Datum ETRS_89 Huso 30
Coordenadas U.T.M.: X 661458/ Y 4437524

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Paisaje y paneles de dirección, Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.

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Detalle de cartel de dirección, Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.


Un poste de madera con pala metálica -pintado en blanco y azul- señala por la diestra la Pista-2.032 (en dirección al Pino Vicente). Tomamos pues el camino de la derecha, internándonos en el bosque los doscientos metros que nos separan del “Pino Vicente” (también, Pino Tres Garras). Un poste de madera con pala rectangular indica que nos hallamos en el paraje del secular árbol, partida del Vago de la Culebra. El monumental pino se halla al fondo, sobresaliendo considerablemente de los que le rodean. Desde cierta distancia parece que se trate de tres pinos gemelos, al acercarnos comprobaremos que es un solo árbol con tres brazos. Frente al pino hay un panel con dibujos y textos alusivos al pino. El panel es del mismo tipo que el existente en Las Blancas, donde se hallan las centenarias sabinas.[2] Este tipo de indicadores no ha dado los resultados esperados, las fotografías, dibujos y textos acaban oscureciéndose por efecto de la intemperie, y desaparecen. No obstante, cuando visité el lugar todavía pude recoger alguna información, aunque con dificultad -los dibujos del panel los firma Tomás Sendra (2007)-:

Características físicas del “Pino Vicente” según los datos del panel informativo (2007).
Altura
14,5 metros
Diámetro de la copa
15,5 metros
Perímetro del tronco en la base
3,9 metros
Proyección de la copa
188,7 m2
Elaboración propia (2017).


Criterios de notabililidad del "Pino Vicente".
Criterios biológicos
Magnifica adaptación al medio, creciendo por encima de los 1.000 metros de altitud.
Criterios estéticos
Tronco recto, tres brazos hercúleos, corteza semejante a las escamas de la piel de una serpiente.
Criterios físicos
Altura (14,5 m), Diámetro de la copa (15,5 m), Diámetro del tronco en la base (3,9 m), Proyección de la copa (188,7 m2).
Edad
Unos 250 años, vigoroso (sin signos evidentes de vejez).
Historias y leyendas
Asociado a la época en que Puebla de San Miguel se independizó de Ademuz, alcanzando su villazgo (1765)
Elaboración propia (2017).


Un árbol notable debería ser considerado patrimonio natural y cultural, obligando a las autoridades municipales y autonómicas a su protección, cuidado y mantenimiento.


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Paisaje y paneles de dirección, Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.

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Detalle de cartel de dirección, Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.



Al "Pino Vicente" se la calcula una edad de dos siglos y medio (unos 250 años), luego su semilla debió germinar apenas sobrepasado el ecuador del siglo XVIII (1767), reinando en España Carlos III (1759-1788), el monarca que concedió a Puebla de San Miguel el título de villa –independizándose de Ademuz-: hecho que tuvo lugar 12 de febrero de 1765.[3] Podría decirse, pues, que el “Pino Vicente” brotó en las postrimerías del Antiguo Régimen, cuando Puebla de San Miguel alcanzó su villazgo. Otros datos del "Pino Vicente":

Nombre científico: Pinus sylvestris L.
Nombre vulgar: Pino albar.
Propiedad: Ayuntamiento de Puebla de San Miguel (Valencia).


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Dibujo del "Pino Vicente" (también, Pino Tres GarrasPino de la Culebra), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.


El texto del panel –Pino Vicente Tortajada, árbol monumental- dice:
  • <Este pino recibe su nombre por el guarda forestal que impidió su tala para leña y el de las Tres Garras por las tres ramas principales en las que divide su tronco./ Se encuentra en un altiplano a 1.750 m de altitud cerca del Pico Calderón (1.839 m), el más alto de la Comunidad Valenciana, en una zona de inviernos muy severos con fuertes vientos y nevadas copiosas. Está acompañado de amplias manchas de sabina rastrera y otras especies como enebros, tomillo rastrero y orquídeas./ Es una de las especies más utilizadas en repoblaciones forestales por su carácter protector del suelo./ Produce la mejor madera de nuestros pinares, junto con el pino negro, de gran resistencia y fácil de trabajar./ Las acículas pueden usarse como forraje seco que alimenta el ganado en los duros y largos inviernos. La medicina natural utiliza el pino albar por sus propiedades balsámicas y diuréticas./ Rama y piña: Las acículas (hojas) son cortas y rígidas de color verde azulado. Las piñas maduran en el otoño del año siguiente (a su floración)./ Fruto: A partir de noviembre del segundo año las piñas se abren dejando caer los piñones./ Flor masculina: En un mismo árbol podemos encontrar flores masculinas y femeninas. Florece de mayo a junio>

El texto podría completarse con los datos que aporta Pío Font Quer (1888-1964) en su Dioscórides renovado (Barcelona, 1993):

  • <Este pino tiene las hojas de color verde claro, a veces de no más de 4 cm., y raras veces de más de 6 cm, y de 1 mm., o poco más de anchura. Las piñas también son pequeñitas, por lo regular de unos 4 cm., de longitud, las más veces entre 3,5 y 4,5 cm., estrechamente ovoides, sobre un cabillo reflexo de 5 a 10 mm. [...] El pino albar es árbol de buen porte, por lo común con ramas enrayadas y formando pisos superpuestos sobre un tronco bermejo en lo alto>[4]

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Vista general del "Pino Vicente" (también, Pino Tres GarrasPino de la Culebra), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.

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Vista general del "Pino Vicente" (también, Pino Tres GarrasPino de la Culebra), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.

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Vista general del "Pino Vicente" (también, Pino Tres GarrasPino de la Culebra), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.

Respecto al señor Vicente Tortajada Tortajada (1937-2003), el guarda forestal que salvó al pino de su tala para madera, dice el panel:
  • <"Un hombre excepcional en todos los sentidos, un buen amigo"./ Nació el 4 de abril de 1937 en la Puebla de San Miguel./ Fue el primer especialista en incendios forestales de toda España./ En su juventud se traslada a Galicia para realizar los estudios de Capataz Forestal en el Centro de Formación y Experimentación Agroforestal de Lorizán (Pontevedra), donde se licencia en 1962./ Su primer destino en la Comunidad Valenciana fue en la comarca del Rincón de Ademuz, de la que era un amante defensor./ En la década de los 60, impide que este pino llamado hasta entonces de las Tres Garras o de la Culebra sea talado para aprovechamiento forestal./ Posteriormente ocupa el mismo puesto en otros destinos como Alzira, Almansa y finalmente de vuelta al Rincón de Ademuz donde trabajó hasta el momento de su jubilación./ Fue un gran maestro de su materia y de él han aprendido muchos forestales e ingenieros de la Comunidad Valenciana./ Desgraciadamente murió al año de su jubilación, en 2003.>
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El señor Vicente Tortajada Tortajada (1937-2003), Guarda Forestal oriundo de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.

Desde el panel informativo nos aproximamos al "Pino Vicente" con cierta emoción, viéndolo de cerca impresiona por la grandiosidad de su porte. Su tronco es formidable y poderoso, enseguida se ramifica en tres hercúleos brazos orientados en sentido noroccidental, suroccidental y suroriental. Su corteza es rosada (asalmonada), sus escamas semejan las de una gigantesca serpiente, de ahí quizá el nombre de la partida donde se halla: Vago de la Serpiente. Merece la pena acercarse hasta su tronco e intentar abarcarlo. En el transcurso del abrazo, cerrando los ojos podremos sentir la poderosa mudez de su latido, silencio que nos comunica en lo profundo con la madre tierra. La brisa del atardecer atraviesa sus ramas dejando un lejano rumor de mar. Su presencia despierta pensamientos trascendentes en los más sensibles. En cualquier caso, por escasa sensibilidad que uno tenga, no podrá evitar sentirse pequeño –por no decir insignificante- a su lado. Sus dos largos siglos de vida le confieren el privilegio de ser uno de los seres arbóreos más longevo de Puebla de San Miguel -verdadero monumento vegetal-, datando sus primeros momentos de existencia del tiempo en que el municipio pueblano alcanzó su villazgo.


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Vista general del "Pino Vicente" (también, Pino Tres GarrasPino de la Culebra), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.

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Detalle del tronco del "Pino Vicente" (también, Pino Tres GarrasPino de la Culebra), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.

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Detalle del tronco del "Pino Vicente" (también, Pino Tres GarrasPino de la Culebra), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.


El día que visité por primera vez el “Pino Vicente” permanecí largo rato contemplándolo, dejando correr imaginación y sentimientos. No cabe duda que los árboles –y arbustos- son nuestros amigos,[5] aunque no siempre sabemos tratarles como se merecen. Personalmente, siempre he sentido admiración por los árboles -y por la Naturaleza en general-, quizá por haberme criado en un medio rural y estar embebido de la civilización rústica de la que dice Miguel de Unamuno (1864-1936) en cierto artículo de este título, referido al montañés José Mª de Pereda (1833-1906) y a su célebre novela, Peñas arriba (Madrid, 1895).

En las proximidades del colosal “Pino Vicente” hay otro panel informativo –Hábitats naturales de la Puebla de San Miguel-:
  • <Nos encontramos a unos 1.750 metros sobre el nivel del mar, la mayor altura de todo el itinerario. En estos enclaves, la vegetación ha de soportar inviernos muy fríos y prolongados en los que se alcanzan temperaturas de –20º C./ Suele nevar todos los años, pero no de manera abundante y la vegetación no permanece por mucho tiempo bajo el manto protector de nieve. Aunque parezca lo contrario esta situación es mucho más dura para las plantas pues bajo la nieve la temperatura se mantiene a 1º C y se está a salvo del viento, las heladas y del frío intenso./ El pino albar es el único autóctono que puede soportar estas duras condiciones ambientales, es una especie característica de alta montaña y muy extendida por Europa y Asia donde forma extensos pinares./ En la Puebla de San Miguel, los pinos albares aparecen acompañados por el enebro común y la sabina rastrera y un gran número de especies de pequeño tamaño que crecen adheridas al suelo. Para verlas es necesario mirar al suelo con detalle. Solo así es posible ver el denso césped de gramíneas, la redondeada boja blanca o el tomillo de montaña rastrero, con largos tallos y pequeñas hojas rojizas en forma de espátula./ El pino albar se caracteriza porque la parte superior de su tronco se descama en láminas anaranjadas lo que lo diferencia fácilmente del pino negral de tronco grisáceo o plateado.>


Los pinares albares se consideran hábitats de alta montaña. El pino albar (Pinus sylvestris L) recibe también el nombre de pino bermejo o rojo, pino de Valsaín, pino del Norte, pino serrano. Asimismo, al pino negral (Pinus nigra Anold) se le conoce como pino laricio y pino salgareño. Otro árbol muy conocido de esta familia en la zona es el pino rodeno (Pinus pinaster), también conocido como pino marítimo o pino rubial, incluso como pino negral, pero no debe confundirse con el nigra. El pinaster (rodeno) es una especie exótica invasora –según la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN)-.

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Panel ilustrativo en el Vago de la Culebra, Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.


Alto de las Barracas: Microrreserva de flora.
Para visitar el Alto de las Barracas (también conocido como Cerro Calderón) desde el “Pino Vicente” cabe desandar los doscientos metros que nos han conducido hasta el árbol monumental y volver al camino principal. Allí encontraremos de nuevo el cartel del Parque Natural, indicándonos que el Alto de las Barracas se halla unos 2,2 km más adelante, dirección noreste.

Desde el punto anterior el camino es suavemente ascendente, caminaremos siempre rodeados de pinos albares, enebros y sabinas rastreras. Enseguida llegaremos a otro cartel del Parque Natural, indicándonos la dirección del Alto de las Barracas (1 km). Aquí toparemos con una valla de madera pintada en rojo y blanco prohibiendo el paso de vehículos (coches, motos...), se trata del punto de acceso al Alto de las Barracas. El camino es amplio y discurre entre pinos, con escasas señales de tránsito. Los pinos, abundantes en el primer tramo, se van haciendo más escasos conforme avanzamos. Por el contrario, los pinos solitarios son más crecidos –algunos colosales-, al tiempo que aumentan las grandes manchas circulares, verdeamarillentas de las sabinas rastreras. El piso del suelo se hace pedregoso, con afloramientos de rocas calizas en muchos puntos. La cúpula del cielo amplía su arco azulado, elevándose conforme avanzamos hacia la cumbre, surcada de grandes masas de nubes  algodonosas, blanquecinas y grises. Se diría que estamos penetrando en un paisaje prehistórico, intrahistórico que diría Unamuno. Porque el paisaje hay que imaginarlo, e interpretarlo. En el paraje donde está el cartel metálico -advirtiendo que estamos en una Mircorreserva de Flora- el panorama se amplía, destacando los gigantescos pinos albares y las sabinas rastreras, que en ocasiones circundan sus troncos. El panorama tiene un punto inquietante por su grandiosidad, quietud y silencio. Densas masas de nubes pasan de nuevo sobre la zona, se diría que admirando con sorpresa el panorama, sin advertir que forman parte del mismo, como nosotros mismos. Poco más arriba, en la cima del Alto de las Barracas (Cerro Calderón) se halla la baliza del punto geodésico, un alto pilón con varios peldaños de hierro. Desde semejante altitud (1.838 m) el amplio panorama que se ofrece a nuestra contemplación en los cuatro puntos cardinales invita al recogimiento... Hacia el norte, el Pico Javalambre (2.020 m), hacia el sur, el cerro de Santa Catalina (Aras de los Olmos), donde se halla el parque eólico, hacia el noreste el Pico del Buitre (1.545 m), hacia el oeste las planicies de Teruel.


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Detalle de cartel a la entrada del Alto de las Barracas (1.838 m), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.


Método de Información de Excursiones (MIDE).

Medio

Severidad del medio natural donde se desarrolla.
3
Elevadas temperaturas diurnas durante los meses de verano./Muy bajas temperaturas durante los meses de invierno./ Ausencia de agua potable durante el recorrido./ Sendero de alta montaña.
Itinerario
Dificultad de orientación.
2
Sendero señalizado con fácil continuidad.
Desplazamiento
Dificultad de desplazamiento
2
Sendero con firme regular en su mayoría, aunque cuesta arriba.
Esfuerzo
Esfuerzo requerido
4
La duración es de 3 horas aproximadamente, de marcha efectiva sin paradas.
Elaboración propia (2017). El MIDE valora de 1 a 5 puntos (de menor a mayor) los aspectos de dificultad reseñados.


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Paisaje en el Alto de las Barracas (1.838 m), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), con detalle de sabinas rastreras (2017).

Palabras finales, a modo de conclusión.
La visita al “Pino Vicente” (también, Pino Tres Garras y Pino de la Culebra) y al Alto de las Barracas (también, Cerro Calderón) desde Puebla de San Miguel -vía la Ermita de San Roque y el pilón de La Santica (Virgen de la Cueva Santa)-, constituye una grata experiencia, en especial para los amantes de la Naturaleza, caminantes y senderistas en general.

El "Pino Tres Garras" es un monumental pino albar, el más común de los pinos locales. Actualmente se le conoce más como “Pino Vicente”, en honor del señor Vicente Tortajada Tortajada (1937-2003), el guarda forestal oriundo de la villa que lo salvó de la tala en los años sesenta. El Alto de las Barracas, con sus 1.838 m de altitud es el punto más elevado del Rincón de Ademuz, y de la Comunidad Valenciana. Ambos parajes –“Pino Vicente” y Alto de las Barracas- constituyen dos de las siete Micorreservas de Flora del Parque Natural de Puebla de San Miguel, junto con el Barranco de la Hoz, el Barranco del Saladillo, el Barranco Jiménez, el Barranco Jorge, y el Sabinar de las Blancas.[6]

Los parajes descritos pueden visitarse en cualquier estación del año, siendo no obstante la primavera y el otoño las más aconsejables. El trayecto puede hacerse solo o acompañado; más divertido en grupo, por aquello de compartir sensaciones y poder recibir o prestar ayuda en momentos determinados. En todo caso, cabe ir bien pertrechado (con ropa y calzado adecuado al momento estacional o climatológico) y portando agua, además de protección solar, un gorro o sombrero para la cabeza, un bastón y el móvil cargado. La ruta indicada está perfectamente señalizada, no tiene pérdida ni peligro alguno, si bien no debemos abandonar el trazado. Está prohibido encender fuego. Evitar dejar señales de nuestro paso y respetar las señales son las recomendaciones básicas que debe seguir todo buen excursionista.



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Paisaje en el Alto de las Barracas (1.838 m), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), con detalle de grandes pinos albares (2017).


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Detalle de cartel "Microrreserva de Flora" en el Alto de las Barracas, Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.


Mas toda excursión tiene un punto de peregrinación, digamos de camino espiritual, en tanto supone dejar -aunque sea por un momento- la residencia habitual, donde tiene lugar nuestra cotidianeidad, para ir en busca de algo nuevo y distinto que nos ayude a crecer y mejorar. Lo más recomendable es hacer el trayecto a pie -caminando-: ello le supondrá al visitante un considerable esfuerzo físico, y mental. Ambos esfuerzos se sublimarán en la contemplación del monumental “Pino Vicente” y ante la espectacularidad del Alto de las Barracas, puntos en los que el caminante podrá poner a prueba su sensibilidad. Habrá quienes no experimenten estas sensaciones –ni sentimiento alguno-: de ninguna manera deben preocuparse, ya que todo en la vida requiere un aprendizaje, como la meditación ante un Karesansui (jardín zen). Vale.

De la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV).




  • Teléfono: 660 127 491
  • Email: parque_puebladesanmiguel@gva.es


[1] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Alobras, pueblo de Teruel (y II), del sábado 25 de febrero de 2017.
[2] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Las Blancas de Puebla de San Miguel (y II), del lunes 15 de septiembre de 2014.
[3] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo (2008). Carta de privilegio del rey don Carlos III por la que se concede el título de Villa a Puebla de San Miguel, en Del paisaje, alma del Rincón de Ademuz, Valencia, vol. II, pp. 271-279.
[4] FONT QUER, Pío (1993). Plantas medicinales. El Dioscórides renovado, Editorial Labor, S.A., Barcelona, vol. I, pp. 93-95.
[5] CARRASQUER ZAMORA, José et alter (2001). Nuestros amigos los árboles y arbustos, Segunda Edición, Imprime INO Reproducciones, S.A., Zaragoza.
[6] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Las Blancas de Puebla de San Miguel (y II), del lunes 15 de septiembre de 2014.

GALERÍA FOTOGRÁFICA:

Detalle de pino albar en el Alto de las Barracas (1.838 m), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.

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Paisaje en el Alto de las Barracas (1.838 m), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), 2017.

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Paisaje en el Alto de las Barracas (1.838 m), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), con detalle de grandes pinos albares (2017).

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Paisaje en el Alto de las Barracas (1.838 m), Parque Natural de Puebla de San Miguel (Valencia), con detalle de grandes pinos albares y sabinas rastreras (2017).

2 comentarios:

Mar Bravo dijo...

Qué belleza el Pino Vicente. Gracias por darnos a conocer esta naturaleza tan valenciana y tan desconocida por muchos. Amo los árboles con todo mi corazón. Me parecen los seres vivos más hermosos, espectaculares y generosos, por eso son tan necesarios para la vida en la Tierra. Saludos

Aida Albiar dijo...

Preciosa historia, e impresionante ejemplar. Pero me gustaría que, si pudiese, me resolviera una duda:

¿Por qué existe ahí un pilón dedicado a la Virgen de la Cueva Santa? ¿Acaso desde esa elevada altura se ve el Santuario mariano que se ubica en Altura? En la comarca del Alto Palancia es muy tradicional señalar los lugares desde los que se observa el santuario con uno de estos pilones devocionales.

¿Hay mucha devoción a esta advocación mariana en el lugar?

Gracias por su tiempo y respuestas.