viernes, 2 de diciembre de 2011

EL CORO INTERPARROQUIAL Y LA BANDA DE MÚSICA DE ADEMUZ (VALENCIA).

A propósito de la celebración de la misa de santa Cecilia en la arciprestal. 


La música compone los ánimos descompuestos
y alivia los trabajos que nacen del espíritu”.
Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616),
soldado, novelista, poeta y dramaturgo español.



            El sábado, 26 de noviembre de 2011, los miembros del coro interparroquial del Rincón de Ademuz –anteriormente Coral Arciprestal- se reunieron en el hostal “Casa Domingo” para comer. A dicha comida también asistieron como invitados los esposos y esposas de los cantores, así como el equipo arciprestal –don Eduardo y don José Antonio- y el director de la banda de música de Ademuz, señor Antón y su compañera, entre otros.
El motivo de aquella comida era festejar a santa Cecilia, patrona de los músicos y bandas, y a la vez que alegrarse y solemnizar el encuentro entre ambas agrupaciones musicales, pues era la primera vez que se reunían para celebrar conjuntamente a su patrona.[1] De esta forma, la comida constituyó el prolegómeno gastronómico de lo que venía después, una misa-concierto que en honor de la santa iban a realizar aquella misma tarde en la iglesia arciprestal San Pedro y San Pablo de Ademuz. La comida fue estupenda, así lo demuestra la elección del menú y el ambiente generado, que concluyó con algunas canciones, y el Himno a Valencia, amenizadas por el acordeón del señor Daniel Aparicio Sánchez de Torrebaja.[2]

        Por la tarde, sobre las 19:00 horas, tuvo lugar la santa Misa en la arciprestal. Previamente, sin embargo, hubo un alegre pasacalle, que corrió a cargo de la Sociedad Musical de Ademuz (SMA); camino de la arciprestal, los de la banda fueron recogiendo a los nuevos miembros. Aunque el ambiente era frío, la iglesia se llenó, pues eran muchos los que deseaban escuchar la armonía de los cantos del coro y la música de la banda: feligreses, familiares, amigos y vecinos todos. En el ambiente se respiraba también cierta expectación, pues era la primera vez que iban a tocar la banda y el coro juntos, para lo que habían estado ensayando dos veces por semana durante el último mes. El coro se colocó a los pies del templo, inmediatamente por delante del atrio interior y detrás de los músicos, que se instalaron entre las dos últimas capillas de ambos lados. La feligresía ocupó todos los bancos, inclusive los escalones de los altares laterales.
            Para la ocasión se decidió la misa para coro Verbum Panis, en la que se combinan  tradición eclesial y modernidad. Los cantos de esta celebración se realizan tanto en latín (para dar solemnidad al oficio) como en castellano (para facilitar la participación de los fieles). Porque no hay que olvidar que se trata de una misa, no de un concierto o espectáculo. Desde el punto de vista musical, cabe destacar el desempeño del coro, en el que las voces mixtas -masculinas y femeninas entrecruzadas- cantan al unísono, creando un juego de voces de gran belleza formal. Escuchando con atención resulta fácil percibir la conjugación de ritmos y cadencias, que en muchos momentos remiten a la usanza clásica.
            Cronológicamente, de esta misa se cantaron: Desde el ocaso hasta el alba (castellano), Kyrie (latín), Aleluya (latín), Vosotros sois de Dios (castellano), Sanctus (latín), Agnus Dei (latín), el Verbum panis (canto de comunión, mixto) y Ave María (canto de despedida, en castellano). En síntesis, se trata de una misa con una música muy alegre, especialmente el Aleluya y el Sanctus, aunque con una letra en latín que le confiere cierta solemnidad, convirtiendo la simple alegría en mesurado regocijo -como estamos en Adviento, el Gloria no se canta, tampoco el Credo, por su extensión-.

            El texto de las canciones es singularmente bello, razón por la que conviene conocerlo para saborearlo en su más profundo sentido conceptual y religioso.[3] Dice el primer canto Desde el ocaso hasta el alba (Castellano):

Desde el alba te busco a ti,/ 
hasta el ocaso te llamo./ 
Sólo tiene sed de ti,/ 
hasta el ocaso te llamo./ 
Sólo tiene sed de ti,/ 
como la tierra desierta, mi alma (bis).

No me detendré un solo instante,/ 
siempre cantaré tu grandeza,/ 
porque eres mi Dios, mi único amparo./ 
Me cobijarás bajo el calor de tus alas./

          El Aleluya es un canto jubiloso por excelencia, en el que se combinan a dos voces el texto de las cuatro estrofas: Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya.

El Sanctus se canta en latín:

Sanctus, sanctus, sanctus (bis)
Dominus Deus sabaoth (bis)
pleni sunt caeli et terra gloria tua
hosanna, hosanna, hosanna in excelsis
sanctus, sanctus, sanctus (bis)
Dominus Deus sabaoth (bis)
benedictus qui venit in nomine Domini
hosanna, hosanna, hosanna in excelsis. (bis)

            El Agnus Dei -que los cantores llaman sencillamente “el Cordero”- dice:
Dona nobis, dona nobis pacem
agnus Dei qui tollis peccata mundi
miserere, miserere nobis.

            El canto Verbum panis que da nombre a esta misa, dice:

Antes del tiempo,/  
mucho antes que la tierra/ 
comenzara a existir,/ 
el Verbo estaba junto a Dios./ 
Vino a este mundo/ 
para no abandonarnos,/ 
en el viaje nos dejó/ 
su Cuerpo hecho Pan de Vida

Verbum caro factum est./ Verbum panis factum est.

Tú sigues repartiéndonos tu Pan/ 
y quien coma de este pan/ 
no tendrá más hambre./
Tú sigues habitándonos, Señor,/ 
en tu Iglesia vives hoy,/ 
ésta es nuestra casa.

Verbum caro factum est. (bis)/ Verbum panis factum est. (bis)

Antes del tiempo,/ 
cuando el universo fue creado/ 
de la oscuridad,/ 
el Verbo estaba junto a Dios./
Vino a este mundo,/ 
en su gran misericordia/ 
la Palabra se encarnó:/ 
su Hijo hecho Pan de Vida.

Verbum caro factum est./ Verbum panis factum est. (bis)

Tú sigues repartiéndonos tu Pan/ 
y quien coma de este pan/ 
no tendrá más hambre./
Tú sigues habitándonos, Señor,/ 
en tu Iglesia vives hoy,/ 
esta es nuestra casa.
Verbum caro factum est./ Verbum panis factum est. (bis)

      Finalmente se cantó el Ave María, un bellísimo himno mariano de despedida, en castellano y con estribillo en latín, que dice:
Ave María, ave. (bis)
Madre de la espera
y mujer de la esperanza,/ ora pro nobis.
Madre de sonrisa
y mujer de los silencios,/ ora pro nobis.
Madre de frontera
y mujer apasionada,/ ora pro nobis.
Madre del descanso
y mujer de los caminos,/ ora pro nobis.
Madre del descanso
Y mujer de los caminos,/ ora pro nobis.
Ave María, ave. (bis)
Madre del respiro
y mujer de los desiertos,/ ora pro nobis.
Madre del ocaso
y mujer de los recuerdos,/ ora pro nobis.
Madre del presente
y mujer de los retornos,/ ora pro nobis.
Madre del amor
y mujer de la ternura,/ ora pro nobis.
Ave María, ave.
Ave María, ave. (bis)

     Según reconoce el director de la banda de Ademuz –Antón Catalá Civera (Villamarchante, 1977)-,[4] la conjunción de la orquesta y el coro interparroquial ha sido una experiencia satisfactoria y muy positiva:
  • <Respecto al origen de la actuación, pues la cosa tiene su historia: nosotros, Laura y yo ya llevamos aquí unos siete años, y desde el principio tuvimos buena relación con Andrés –se refiere a Andrés Soriano Pescador, que fue director de la Coral-; nos juntábamos y charlábamos por la afinidad musical que teníamos..., y siempre tuve la intención de hacerle un homenaje, pues ante personas que dedican todo su tiempo libre a una actividad como la música y para la música, hay que quitarse el sombrero; para mí es lo máximo... Y desde que está Abel en la dirección del coro, siempre que puedo le ayudo a preparar las piezas y demás, y hablamos de la música. Un día apareció con el libreto de la misa Verbum panis y surgió la idea, aunque es una música compuesta para voces... Además, como estaba por medio la celebración de santa Cecilia, y siempre la habíamos celebrado cada uno por su parte, pues hablamos de hacerla esta vez de forma conjunta, se lo propuse a don Eduardo y a Abel, y así empezamos... Y aunque no fuera del conocimiento público, en mi fuero interno pensaba que estábamos haciendo un homenaje a Andrés...>
  • <Claro, ya te digo que el material musical de esta misa está preparado para coro –piano y voz-, pero no para banda; hubo pues que adaptarla y preparar los arreglos, para que las voces se entiendan y suene bien, de ahí el trabajo del arreglista... Porque yo conozco a cada individuo y su instrumento, y sé lo que rinde y da de sí cada uno, por eso el arreglo fue más personalizado, para que en pocos ensayos funcionara. De los ocho temas que tocamos, yo arreglé cinco y unos amigos compositores hicieron los demás... Por supuesto, la misión de la banda era arropar la misa de santa Cecilia... La sonoridad de la iglesia de Ademuz es muy buena, por la altura y por las capillas laterales, ello hace que se cree una reverberación que favorece la sonoridad y la audición de la música; cuando la bóveda es muy alta se crea una bola de sonido que la perjudica, pero no es el caso, porque aquí la altura es la adecuada...>
  • <Mi valoración de la actuación es favorable y muy positiva, porque lo primero que me planteo en estos casos es que la gente –coro, banda y asistentes- queden satisfechos, que haya una recompensa personal. La valoración siempre hay que hacerla relacionando lo conseguido con el objetivo planteado Si me pides una valoración numérica, pues te daría un quince sobre diez... Claro, apreciando también el grado de satisfacción de las personas que lo han hecho... Por supuesto, musicalmente todo se pude mejorar, porque lo que yo pretendía era plasmar las emociones que contiene la música en el contexto religioso en que se planteaba... Hay que pensar que fue algo único y difícil de hacer, me refiero al hecho de que ochenta personas actúen -toquen y canten- de forma coordinada; claro, también hay que considerar que partimos de niveles de preparación dispares, y conseguir los resultamos obtenidos, tanto en ejecución como en grado satisfacción, eso no se puede valorar ni tiene precio...>
  • <Hubo algunos fallos, pero son comprensibles... Por ejemplo, hay que saber que al tocar de forma conjunta cada pieza lleva una introducción orquestal, mientras que cuando actúa solo el coro las voces entran directamente... Siempre procuro que antes de entrar las voces haya un instrumento que les ayude, tocando lo mismo, pero en el caso del Aleluya me despisté algo, y por eso fue de no entrar las voces..., luego siempre cuesta un poco hasta que se cogen... Por otra parte, esa pieza en concreto es muy difícil para las voces, pero bueno, al final todo salió bien. Hay que destacar que el coro tiene una gran memoria musical, lo cual es de admirar; les enseñas una canción y enseguida empiezan a cantarla... Además, si no nos equivocáramos seríamos profesionales...>

     De la misma forma que muchos de los asistentes a la misa-concierto de santa Cecilia fueron probablemente por el adeudo familiar de sus hijos, amigos y vecinos, no es menos cierto que todos se deleitaron con la armonía de voces e instrumentos, realzando los misterios de la celebración. De hecho, aún sin saber mucho de música, a todos entusiasmó. A propósito de la naturaleza de la música, dice Chateaubriand citando a Platón: “No se debe juzgar de la música por el placer, ni preferir la que sólo tenga éste por objeto, sino la que contiene en sí misma la semejanza de lo hermoso”. Y continua diciendo: “la música, considerada como arte, es una imitación de la Naturaleza: su perfección consiste, pues, en representar la más hermosa Naturaleza posible”.[5]
         Si bien en la armoniosa conjunción de coro y orquesta predominó en algunos momentos el espectáculo sobre la devoción –lo musical y profano sobre lo espiritual y religioso- la experiencia sobrepasó las expectativas. En todo caso, aun no siendo devoto de la santa de Roma, escuchar al coro y a la banda juntos bien merece una misa... –pensarían algunos-. Vale. 

© Alfredo SÁNCHEZ GARZÓN.
De la Real Academia de Cultura Valenciana (RACV).




[1] Según la tradición cristiana, santa Cecilia –Cecilia de Roma- fue una noble romana convertida al cristianismo y martirizada por ello entre el año 180 y 230. Las iglesias Católica y Ortodoxa celebran su onomástica el día 22 de noviembre. En la Iglesia católica se la tiene como patrona de la música, los poetas y los ciegos. Sus atributos son el órgano, el laúd y las rosas. En su honor se habla del cecilianismo, un importante movimiento de renovación de música sacra de finales del siglo XIX y que estuvo vigente hasta la segunda década del XX. Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Cecilia_de_Roma, miércoles, 30 de noviembre de 2011, 20:49. Los músicos y teóricos cecilianistas reaccionaron contra los excesos de la música sacra romántica (a la que se juzgaba excesivamente operística) y reivindicaron la interpretación en la liturgia del canto gregoriano y de las obras de los grandes polifonistas del Renacimiento, modelos que proponían también a los compositores contemporáneos de música sacra para inspirar sus nuevas obras, cuyo propósito era también buscar la participación de la asamblea de fieles en la liturgia por medio del canto -por esta razón, se fundaron en estos momentos numerosas «Scholae cantorum» en las parroquias-. Tomado de http://es.wikipedia.org/wiki/Cecilianismo, miércoles, 30 de noviembre de 2011, 20:56.
[2] SÁNCHEZ GARZÓN, Alfredo. Daniel Aparicio Sánchez, organista, en: http://alfredosanchezgarzon.blogspot.com/2011/10/daniel-aparicio-sanchez-organista.html, del lunes 17 de octubre de 2011.
[3] Los textos de las canciones se han tomado de: http://musica.sanpablo.es/03_discos_detalle.php?id_autor=19&id_disco=22
[4] SÁNCHEZ GARZÓN, Aflredo. Antón Catalá Civera, director de la Banda de Música de Ademuz, en: http://alfredosanchezgarzon.blogspot.com/2011/12/anton-catala-civera-director-de-la.html, del lunes 5 de diciembre de 2011.
[5] CHATEAUBRIAND, François René de. El genio del cristianismo. Bellezas de la religión cristiana, Ciudadela Libros, Madrid, 2008, pp. 333-334.


Parte alta del retablo mayor de la arciprestal San Pedro y San Pablo de Ademuz (Valencia).
Don Antón Catalá Civera, director de la Banda de Música de Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Feligreses durante la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Banda de música y Coral interparroquial durante su actuación en la misa de Santa Cecilia en Ademuz (Valencia).
Parte media del retablo mayor de la arciprestal San Pedro y San Pablo de Ademuz (Valencia).
Músico de la banda, tras su actuación en la arciprestal.

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